3 exfoliantes caseros hechos con limón

Hay cosas que a prácticamente todas las mujeres nos importan, una de ellas es nuestra piel, a la que todos los días le ponemos mucha atención.

Seguro, desde la adolescencia, así como yo, has probado miles de cosas: cremas, exfoliantes, astringentes, etc., pero qué tal si retomamos esas cosas que tenemos en casa y que por ser naturales generalmente nos hacen más bien que mal. Por supuesto, no hay que olvidar que este tipo de remedios no son recomendables para la gente con piel sensible, con dermatitis o alguna otra enfermedad dermatológica.

Una de las cuestiones que más nos molestan es la presencia de los molestos puntos negros en la piel, lo cual la hace ver muy sucia. Se sabe que éstos aparecen por diversos motivos que pueden ser desde hormonales hasta por falta de limpieza.

Por eso, hoy siguiendo los consejos ancestrales de la cultura popular, les propongo 3 exfoliantes naturales hechos con limón que pueden hacer en casa y con poco dinero.

1. Azúcar y limón. En un recipiente pongan dos cucharadas de azúcar y la mitad de un limón, coloquen la mezcla en el rostro de manera circular y dejen reposar por unos 30 segundos. Si les sobra pueden usarla también en las manos o codos. Enjuaguen en con agua caliente. Una vez que hayan retirado toda el azúcar de su cara, den una pasada a su rostro con agua fría para cerrar los poros.
2. Miel con limón. En un recipiente coloquen dos cucharadas de miel y medio limón, apliquen la mezcla en el rostro y dejen reposar un poco más que en la opción anterior, por lo menos un minuto (no olviden que si comienza a arder o a dar comezón, deben retirar de inmediato). Después de ese tiempo, retiren con agua caliente y también terminen con agua fría.
3. Bicarbonato de sodio con limón. Lo mismo: Coloquen en un recipiente dos cucharadas de bicarbonato de sodio y medio limón, apliquen la mezcla más rápido porque el bicarbonato tarda menos tiempo en disolverse. Dejen reposar y retiren con agua caliente.

Se vale probar estos remedios, si llevan años funcionando, por qué no nos beneficiarán a nosotras. Así que ¡manos a la obra!