Salud espiritual y espiritualidad

El origen inglés de la palabra salud se remonta al inglés antiguo en el que significaba integridad (wholeness). El diccionario Merriam-Webster define la salud como “la condición de bienestar en el cuerpo, la mente y el espíritu”- De igual modo, en español la palabra salud incluye desde su origen, el sentido de bienestar espiritual.

 La palabra espíritu proviene de spirare, que significa respirar. La respiración es esencial para vivir.

Fortalecer el espíritu equivaldría a lo mismo. Es por esto, que muchas veces, quienes no siguen ninguna disciplina espiritual tienen, sin saber porque, una sensación de vacío interno. El espíritu es el guía que comunica a los seres humanos con un Poder Superior a ellos.

Practicando la espiritualidad es la manera en que se encuentra significado, esperanza, alivio y paz interior en la vida. Espiritualidad es también la habilidad de descubrir la belleza en las cosas y de reconocer y ejecutar la bondad de los valores.

Cuando llevamos a cabo el desarrollo de nuestra salud espiritual tenemos la capacidad de aceptar las situaciones y circunstancias de la vida, a tomar mejor decisiones para nuestro aprendizaje y crecimiento y a afrontar la enfermedad, la muerte y todo aquello que no podemos cambiar.

¿Qué es la espiritualidad? Lo contrario a lo material, asegurarán unos. Lo que tiene que ver con religión dirán otros. Algo que “no sirve” aseverarán los demás. No obstante, la espiritualidad es fundamental para mantenerse vivo, con esa especie de luz interna que da fuerza a todo.

Way to heavenLa experiencia espiritual humana, rompe razas, edades, géneros, clases sociales y niveles académicos, evade tiempo, espacio y razón. Es universal porque cualquiera la puede llevar a cabo (el chiste es descubrirlo cómo hacerlo). La espiritualidad surge de lo más profundo de nosotros: es la unión más íntima entre el ser humano y Dios (como cada quien lo conciba), o en otras palabras, entre el Ser y el alma.

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Ser espiritual no es ser místico, ni ascético, ni seguir alguna religión. Tampoco se necesita estar metido en un templo todo el día o desconectarse días y noches enteras por el hecho de estar meditando. No es necesario estudiar Filosofía o tener algún código ético bien desarrollado. Sólo significa creer en un Poder Superior, Ser Universal, Creador, Gran Espíritu (o cualquier otro nombre que se desee dar) y confiar enteramente en ese Ser. Luego, “simplemente” abandonarse de manera amorosa a El (Ella) y dejar que ese Ser guíe nuestra vida y nuestra voluntad. (Los seres humanos están acostumbrados a pedirle a Dios lo que quieren o creer mejor para ellos, no obstante, pocas veces piden que se haga la Voluntad de Dios en sus vidas).(Ojo: Dios no quiere que suframos, ni todo el tiempo nos sintamos culpables, ni ponernos de tapete para que nos pisen, ni sacrificarnos por nadie, ni que carguemos ninguna cruz).

El camino espiritual es individual y personal. Cada quien debe, si así lo desea, hallar dentro de sí, la manera de acercarse y comunicarse con ese Poder Superior. Teniendo en cuenta que el concepto de este Poder Superior puede ir evolucionando, cambiando y progresando.

Disposición, fe, confianza, esperanza, una mente abierta, escuchar, meditar y orar pueden ser herramientas valiosísimas para iniciar un camino espiritual. Se necesita práctica diaria para llevarla a cabo y permitir así que nuestra vida sea más plena. ¿Por qué no iniciar este camino hoy?

Imágenes cortesía de I_g0rZh y magagraphics



Escrito por

Humanista y facilitadora en Desarrollo Humano


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