Avances para la atención de los pacientes con Esclerosis Múltiple

Especialistas mexicanos en el campo de la neurología advirtieron sobre el enorme impacto que implica la velocidad de pérdida de volumen cerebral –hasta tres veces más rápida que en personas sanas–, provocada por la esclerosis múltiple que, de no ser diagnosticada y atendida a tiempo, puede producir secuelas de grave importancia. Lo anterior se puede controlar con nuevos estándares de monitoreo del paciente tales como NEDA-4.

“Nuestra definición de NEDA implica el hecho de que no existan recaídas y, además, esto lo podemos complementar con estudios de volumetría que nos permiten verificar que la pérdida de volumen cerebral disminuya a un ritmo semejante como el que ocurre en las personas sanas. Ante esto cabe mencionar que a partir de los 25 años todos registramos una constante pérdida de volumen cerebral, que en los pacientes con EM puede llegar a ser hasta 3 veces más rápida”, advirtió la especialista.

“Durante los congresos y reuniones académicas recientes hemos hablado sobre la necesidad de implementar estándares para la detección oportuna, el tratamiento individualizado y el seguimiento desde una perspectiva multidisciplinaria que apoye al paciente, por ello es que –desde diversas regiones del país– realizamos nuestra aportación científica y de experiencias para mejorar las condiciones de atención a los pacientes”, aseguró la doctora Irene Treviño, especialista en neurología adscrita al Departamento de Neurología y Psiquiatría en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”.

“Y es que la esclerosis múltiple impacta de manera muy negativa en la calidad de vida de los pacientes y sus familias, dependiendo de la gravedad del brote o recaída que sufran. Afortunadamente, en nuestro país, contamos con tratamientos que reducen la velocidad de pérdida de volumen cerebral, la cual puede provocar secuelas catastróficas tales como la pérdida de movilidad, alteraciones en la visión, e incluso afectaciones en la cognición, lo que imposibilita al paciente –generalmente en edad productiva– para llevar una vida laboral, al grado que solamente 50% de las personas con esclerosis múltiple seguirán empleadas 10 años después de su diagnóstico”, aseguró la especialista.

Por su parte, el doctor en ciencias, Erwin Chiquete Anaya, neurólogo, investigador nacional (SNI, CONACYT, nivel 2) en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, recordó que “la esclerosis múltiple es una enfermedad en la que el sistema de defensa de nuestro cuerpo –específicamente los linfocitos “T”– ataca a la mielina y a otros componentes de las neuronas; es una enfermedad crónica, usualmente progresiva y discapacitante. Provoca alteraciones de la sensibilidad, de la movilidad, del equilibrio, cansancio desmesurado, alteraciones de algunas funciones mentales, así como espasticidad muscular, entre otras manifestaciones“.

“Existen métodos para clasificar el nivel de discapacidad provocada por la EM. El más usado (EDSS, por sus siglas en inglés) emplea una escala del 0 al 10, donde 0 es otorgado para un paciente sin signos o síntomas neurológicos que lo discapaciten y 10 es asignado para la defunción causada por la esclerosis múltiple. Así por ejemplo, un puntaje en la escala de discapacidad de 6 implica la necesidad constante de apoyo para caminar mediante el uso de un bastón u otros auxiliares para la marcha. Esta escala nos ayuda además a medir la gravedad de las secuelas provocadas por los brotes. No obstante, este grado discapacidad puede ser menor entre los pacientes que reciben un tratamiento adecuado, además por supuesto la tasa anual de recaídas puede ser reducida hasta en 71% con las terapias modificadoras de la enfermedad más exitosas”, aseguró el también integrante de la Academia Mexicana de Neurología.

“Por ello, instituciones de prestigio científico, como la Academia Mexicana de Neurología, junto con el Comité Mexicano para el Estudio e Investigación del Tratamiento para la Esclerosis Múltiple (MEXCTRIMS) –capítulo mexicano de comités internacionales en la materia–, instituciones de salud gubernamentales –como el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía y el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”– y la industria farmacéutica trabajamos en conjunto para incrementar los conocimientos sobre esta grave enfermedad discapacitante y nos mantenemos actualizados como especialistas en neurología”, concluyó.