Pérdidas

En la vida he perdido muchas cosas importantes y otras no tanto. He perdido mis llaves, el tiempo, algún novio, la paciencia, un vuelo y hasta la cabeza, pero enterarme que se puede perder el apetito sexual, no sabía que fuera posible.

Hoy escuché que las personas podemos perder ese tipo de cosas tan íntimas, ¿cómo o por qué? eso fue lo que me puse a investigar después del susto que me llevé. Resulta que en muchas ocasiones el estrés, las preocupaciones, la falta de comunicación o la depresión, entre otros factores, pueden desencadenar problemas tan serios entre las parejas como éste, llamado por los profesionales: libido, es decir, deseo sexual.

Me queda muy claro que la comunicación, ya sea con los hijos, los amigos, la familia, los compañeros de trabajo y, hasta con una misma, es fundamental, pero en el ámbito de la pareja se vuelve un punto muy delicado. Para que la relación siempre esté en su mejor punto de equilibrio y armonía, hay que mantener esa comunicación constante y cotidiana, no sólo verbal, sino visual, auditiva, de contacto físico, de alma y corazón.

No debemos olvidar que diversos factores externos nos pueden alejar de la persona que puede ayudarnos y apoyarnos más, que es nuestra pareja; platicar, escuchar, comprender y sentir puede ser una buena estrategia para solucionar nuestros agobios de todos los días.

Cada día, los dos miembros de la pareja deben conquistarse, seducirse, sentirse y acariciarse, ofrecerse una mirada amorosa, una sonrisa cálida y, por qué no, sorprenderse con una buena cena, pues, finalmente nuestra pareja es el ser que nos acompaña en este recorrido y es nuestro compañero de vida.

*Terapeuta Contáctala en los teléfonos:             (0155) 52 08 23 44       y 044 55 1919 05 28 Amparo Almela