Nació con estrabismo

Cuando nació fue alegría de todos en la casa, pues Ronal Estiven era el varón esperado fruto de la unión de Wilson y Martha, quienes ya tenían dos niñas. Sin embargo al mes de nacido cuando le tomaron una foto para enviarle al abuelo paterno se sospechó algo que en sus ojos no estaba bien, duda confirmada por el oftalmólogo cuando le diagnosticó estrabismo concomitante convergente.

Wilson trabajaba de celador en ese momento y gozaba del beneficio de tener un servicio de salud, por lo que mes a mes llevaba a Ronal a control, donde le recetaron sus primeras gafas, que debía utilizar hasta los 18 meses de edad, momento en que le habían dicho que se realizaría la cirugía. Pero al cumplir esta edad, la doctora que lo atendía renunció y además Wilson se quedó sin trabajo, teniendo que acudir a otro sistema médico, donde según él “lo enviaban de un lado a otro sin darle razón”, por lo que decidió llegar a la Fundación Oftalmológica Nacional con sede en Bogotá, Colombia.

Ahora Ronal tiene dos años, le gusta mucho jugar futbol, es un niño muy noble e inteligente y ya se sabe los números del 1 al 5, características que describe el padre con orgullo, pues afirma que uno de los valores fundamentales que le quiere inculcar a sus hijos es que “estudien para que puedan trabajar.”

¿Qué es estrabismo?                                                

En alguien con estrabismo los seis músculos que circundan los ojos y que trabajan “como un equipo” para que ambos ojos puedan enfocar en el mismo objeto, no están trabajando juntos.

Como resultado, un ojo mira a un objeto mientras el otro ojo se voltea en una dirección diferente y se enfoca sobre otro objeto. Cuando esto ocurre se envían dos imágenes diferentes al cerebro, una desde cada ojo. Esto confunde al cerebro y éste puede ignorar la imagen proveniente del ojo más débil.

Es importante tratar esta enfermedad, pues si no se corrige, el ojo que el cerebro no tiene en cuenta, nunca verá bien, causando ambiopía o como comúnmente le dicen “ojo perezoso”.

El tratamiento

En algunos casos, por debajo de los 8 años, se puede corregir con anteojos, un parche que ocluya el mejor ojo o hasta una cirugía, según el diagnóstico del paciente.

La cirugía

Con anestesia general el oftalmólogo hace una pequeña incisión en el tejido que recubre el ojo para llegar hasta los músculos del ojo.

Los músculos del ojo son separados de la pared y reposicionados dependiendo de la dirección del giro del ojo.

Puede ser necesario realizar la cirugía en los dos ojos, según sea el caso e incluso en más de una ocasión hasta dejarlos correctamente alineados.

Cuando esta cirugía se practica en niños, se debe pasar por una incapacidad de 15 días, para los cuales se recomienda no rascarse el área afectada, no apretar los párpados, evitar estar en sitios contaminados y no bañarse en piscinas ni saunas, así como evitar exponerse al sol ni realizar actividades deportivas.

*Artículo escrito por la doctora Mónica Rodríguez, oftalmólogo supraespecialista en Pediatría y Estrabismo y jefe de esta especialidad en la Fundación Oftalmológica Nacional.