Necesario alcanzar una maternidad y paternidad responsable

El Día de las Madres, es una fecha para agradecer a quienes en la crianza de los niños depositan su tiempo, paciencia y amor para lograr su salud y bienestar en innumerable tareas asociadas a las labores domésticas. Pero también es un buen momento para enfrentar la necesidad de cambio de pensamiento para alcanzar una maternidad y paternidad responsable.

Un dato curioso con respecto al origen del fía es que en la Inglaterra del siglo XVII, existía el “Domingo de servir a la madre”. En Estados Unidos esta celebración se hizo pública en 1872 y se instituyó en 1907, en donde se realiza el segundo domingo de cada mes de mayo.

Actualmente, el Día de las Madres se celebra en casi todo el mundo aunque en fechas diferentes. En México el origen del Día de la Madre es muy controvertido, la versión más aceptada señala que fue iniciativa del periodista y director del periódico Excélsior, Rafael Alducín, quien en 1922 apoyó con extensos artículos, concursos y premios la propuesta de José Vasconcelos, entonces Secretario de Educación, de dedicar un día a la madre (UDG, 2013).

En el mundo actual cada año 14 millones de adolescentes se convierten en madres, y la realidad es que cada año 14 millones de adolescentes se convierten en madres. Todos los años 7.3 millones de adolescentes menores de 18 años dan a luz en el mundo y dos millones de estos nacimientos ocurren en niñas menores de 15 años. Si la tendencia actual continúa, ese número podría elevarse a 3 millones en el año 2030 (UNFPA, 2013).

La Organización Mundial de la Salud (OMS), estima que los casamientos a edades tempranas están disminuyendo; sin embargo, 100 millones de niñas se casarán antes de los 18 años a lo largo de los próximos 10 años. Esto representa un tercio de las adolescentes de los países en desarrollo (excluida China) (OMS, 2013).

En México en el año 2010 del total de mujeres mayores de 15 años y más, 71.6% ha tenido al menos un hijo nacido vivo (INEGI, 2013b) y el número promedio de hijos de las mujeres de 15 a 49 años disminuyó de 7 en 1960 a 2.4 en 2009 y a 2.2 en 2012 (INEGI, 2013a). Se estima que en los próximos años los patrones reproductivos de la población mexicana seguirán descendiendo para alcanzar en 2025 el nivel de reemplazo generacional de 2.1 hijos por mujer (CONAPO, 2013a).

Según datos de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2011, 34% de las madres de 15 años y más casadas o unidas declaró haber padecido al menos un incidente de violencia por parte de su pareja. Del total de madres de 15 años y más casadas o unidas, 27.4% ha sufrido violencia emocional, 17.5% económica, 6.4% física y 2.9% sexual. (INMujer)

De acuerdo con cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, 2013, segundo trimestre, la tasa de ocupación económica de la población femenina de 14 años y más con al menos un/a hijo/a difiere según el número de descendencia: mientras que para las madres con uno o dos hijos/as es de 51.1%, para aquellas que tienen tres a cinco hijos/as es de 43% y para las de seis hijos/as y más es de 25.1%.

Según el estado conyugal, las tasas de participación más altas entre las madres se presentan cuando éstas son solteras (72%) y cuando son separadas, divorciadas o viudas (46%). Cuando están unidas o casadas, la tasa es de 39.8.

Del total de madres ocupadas en la actividad económica, 61.5% son trabajadoras subordinadas y remuneradas, 28.5% trabajan por cuenta propia, 7.3% no tiene remuneración y sólo el 2.7% se desempeña como empleadora. Respecto al número de horas trabajadas, el 38.2% lo hace menos de 35 horas semanales.

Los estados de Chiapas, Guerrero y Oaxaca registraron los niveles de fecundidad más altos, de 2.5 hijos vivos por mujer, mientras que en el Distrito Federal el promedio fue de 1.8 hijos por mujer y en Baja California Sur, Baja California y Quintana Roo 2 vivos por mujer (INEGI, 2013a).

Si bien se han logrado avances en el papel de la maternidad y paternidad responsable, aún falta un cambio para lograr un equilibrio en la sociedad mexicana, toda vez que la responsabilidad de los hogares no corresponde sólo a las mujeres.