Se aprueba en México un fármaco para prevenir infartos por segunda vez

Se aprobó en México una polipíldora para pacientes que han sobrevivido a un primer infarto; este fármaco previene un segundo evento cardiovascular, que podría poner en riesgo la vida del paciente. Depositphotos.

Se aprobó en México una polipíldora para pacientes que han sobrevivido a un primer infarto; este fármaco previene un segundo evento cardiovascular,   que podría poner en riesgo la vida del paciente.

  • Los pacientes que han sobrevivido a un primer infarto agudo de miocardio tienen, al año, seis veces más probabilidades de morir por causa cardiovascular que las personas sanas.

    La administración de estos medicamentos, junto con la adopción de hábitos de vida saludable, es la mejor estrategia de prevención secundaria cardiovascular. Depositphotos.

En el marco del XV Congreso Nacional de Cardiología, México se ha convertido hoy en el segundo país en el que está disponible Sincronium, la única polipíldora para prevención tras un infarto, aprobada en el mundo, desarrollada conjuntamente por el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) de España y laboratorios Ferrer.

El fármaco está compuesto por un inhibidor de la enzima de conversión de la angiotensina (IECA), una estatina y aspirina, tres fármacos que, según sociedades médicas como la American Heart Association (AHA), el American College of Cardiology (ACC), la European Society of Cardiology (ESC) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), deberían ser administrados a todos los pacientes que han sufrido un infarto de miocardio. Sin tratamiento, los datos demuestran que estos enfermos tienen seis veces más posibilidades de morir por un evento cardiovascular que las personas sanas.

La administración de estos medicamentos, junto con la adopción de hábitos de vida saludable, es la mejor estrategia de prevención secundaria cardiovascular. “Estos fármacos han demostrado su eficacia para reducir la mortalidad en estos pacientes. De hecho, en algunos países como E.U, Reino Unido o Canadá, la mortalidad por infarto de miocardio e ictus está disminuyendo”, explicó durante una conferencia magistral el Dr. Ginés Sanz, investigador senior del CNIC, situado en Madrid (España).

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La idea de una estrategia basada en la polipíldora fue propuesta por varios expertos al comienzo del presente siglo. El Dr. Valentín Fuster, director del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), tomó la decisión de desarrollar una para prevención cardiovascular secundaria durante una visita a Rusia. Como él mismo recuerda, en aquel viaje preguntó a sus colegas rusos sobre el consumo de la medicación necesaria tras un infarto en este país. Su respuesta: su uso no era rutinario en la práctica clínica debido al precio.

En México, las enfermedades cardiovasculares (cardiacas y cerebrovasculares) suponen el 23% de todos los fallecimientos en hombres y el 28% entre mujeres. Imagen: Depositphotos.

Pronto se vio que juntar tres medicamentos en uno no sólo suponía una ventaja en cuanto al costo. Tenía otra característica que hacía a la polipíldora atractiva no sólo en países en vías de desarrollo, sino también en los que experimentaban bonanza económica. Por lógica, el consumo diario y de por vida de un comprimido era más fácil para los pacientes que el de tres. Se ponía así de manifiesto que la polipíldora, además de reducir el costo, mejoraba la adherencia terapéutica.

Así, años después, y ya como presidente de la Federación Mundial del Corazón, el Dr. Fuster consideró que la polipíldora era la mejor forma para promover la prevención secundaria cardiovascular. Para su desarrollo y posterior comercialización, el Dr. Fuster requería de un laboratorio que le apoyara. No fue fácil encontrarlo: el desarrollo de la polipíldora tenía más de acción de responsabilidad social corporativa que de negocio. Finalmente, fueron los laboratorios Ferrer los que apoyaron al CNIC en esta aventura.

Para demostrar científicamente lo que la lógica ya subraya, se está llevando a cabo el estudio en dos fases FOCUS, que dirige el Dr. Fuster y el Dr. Sanz y tiene lugar en Argentina, Brasil, Italia, Paraguay y España.

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Sin embargo, como ha subrayado el Dr. Fuster, algunos Gobiernos se han mostrado interesados en hacer llegar la polipíldora lo antes posible a sus habitantes, con la intención de reducir la enorme carga que supone la enfermedad cardiovascular.

Así, en 2011, Guatemala se convertía en el primer país que comercializaba este innovador medicamento, vendido allí bajo el nombre de Trinomia. México es el segundo país que permite a sus pacientes cardiovasculares reducir de forma económica y con un tratamiento más fácil de seguir su riesgo de sufrir un segundo infarto. “Tengo que felicitar al Gobierno porque, con esta decisión, han demostrado tener visión, tanto en el aspecto económico, como en el médico para mejorar la vida de la gente, tanto en calidad como en cantidad”, ha reseñado el Dr. Fuster.

En México, las enfermedades cardiovasculares (cardiacas y cerebrovasculares) suponen el 23% de todos los fallecimientos en hombres y el 28% entre mujeres. La mortalidad ajustada por la edad de la enfermedad cardiaca es 74 por cada 100.000 habitantes y las cerebrovasculares de 28. Estos datos permiten afirmar que las enfermedades cardiovasculares son actualmente un problema de salud pública importante en este país.

Como ha comentado el Dr. Sanz, a pesar de que la administración de los fármacos que componen la polipíldora puede reducir el riesgo cardiovascular de los pacientes hasta en un 50%, “el uso de los mismos es todavía muy bajo a nivel mundial especialmente en los países en vías de desarrollo”. “La prevención cardiovascular se puede definir como inadecuada”, ha apuntado.

En esta línea, el Dr. Sanz ha hecho referencia a un estudio promovido por la OMS que evidenció que, en países de renta media o baja, de los cuatro tipos de fármacos recomendados en prevención secundaria, un 80% de los pacientes no era tratado con estatinas, un 60% no recibía IECA, sólo un 48% se trataba con betabloqueantes y no todos los pacientes candidatos a prevención secundaria recibían tratamiento antiagregante (lo recibía un 81%).

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“En enfermedades crónicas, como es el caso de la enfermedad cardiovascular, es muy frecuente que los pacientes no cumplan con el tratamiento prescrito. De hecho, se estima que un 50% de los pacientes no sigue adecuadamente la toma de los medicamentos, tal como su médico lo ha prescrito. Esta mala adherencia es el origen de numerosas hospitalizaciones y de que el riesgo de fallecimiento del paciente se incremente entre un 50 y un 80%”, ha apuntado el Dr. Ginés Sanz.

La introducción en México de la polipíldora puede llegar a revertir esta situación. “Este medicamento ayuda a diseñar intervenciones apropiadas para el manejo de los pacientes con infarto de miocardio, haciendo el tratamiento más accesible y fácil de administrar”, ha concluido el Dr. Sanz, que ha aprovechado el Congreso para anunciar la próxima comercialización de la polipíldora en Argentina y Nicaragua, países a los que se sumarán en dos años Brasil, los del continente europeo y Estados Unidos.

 

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Redacción, Plenilunia Sociedad Civil Fundada en el año de 2004, Plenilunia es una Sociedad Civil cuyo objetivo es fomentar el bienestar y la salud integral de la mujer.

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