Sencillos consejos para juntos disfrutar de las vacaciones de verano, cuidando la diabetes y previniendo accidentes

Los días de descanso en el verano pueden ser una experiencia para quienes viven con diabetes. Es importante recordar que a la enfermedad nadie “le da vacaciones”, por lo que el Doctor Edgar Álvarez, especialista en atención y cuidado avanzado de heridas en el Instituto para el Desarrollo Integral de la Salud (IDISA) nos presenta algunos consejos para apegarse al tratamiento, continuar con una alimentación adecuada, sin correr riesgos innecesarios y disfrutar de las vacaciones.

Las personas que viven con diabetes, en vacaciones, es frecuente que descuiden su tratamiento y regresen con descompensaciones e incluso complicaciones graves.
Las personas que viven con diabetes, en vacaciones, es frecuente que descuiden su tratamiento y regresen con descompensaciones e incluso complicaciones graves.
Nos explica que quienes viven con diabetes, junto con su médico tratante, deben poner atención especial durante las vacaciones; conocer las distancias a donde van, si es un destino nacional o internacional, si es un lugar urbanizado o rural, número de días, entre otros, a fin de realizar ajustes a su tratamiento y descartar sorpresas que arriesguen su salud, recomendó.

Álvarez Trejo, nos recomienda 10 sencillas acciones:

  1. Comida. Probar porciones pequeñas de algunos alimentos típicos del lugar; preguntar si tiene mucha sal, si es muy dulce, con qué tipo de aceite o grasa lo cocinan, a fin de decidir de acuerdo a sus metas y necesidades de control de azúcar en la sangre (glucosa), hipertensión o colesterol. Si va al extranjero y no sabe qué tipo de comida elegir, opte por alimentos a la plancha, cocidos o asados.
  2. Paseos y caminatas. Prevenir la hipoglucemia (disminución importante de la glucosa), no dejar que pasen más de 4 horas sin ingerir alimentos, e hidratarse frecuentemente con agua.
  3. Comunicación. Otro punto relevante es saber comunicarse para solicitar ayuda (si es necesario) con las personas en el idioma del país que visita para obtener en el hotel, restaurante u hospital.
  4. Suministros. Viaje con suficientes pastillas, insulinas, jeringas, tiras reactivas y un glucómetro. Llevarlos desde casa puede ser la mejor opción, pues algunos fármacos tienen dosis diferente, o combinaciones no disponibles, algunos dispositivos o implementos no se venden, cuestan más caros o son incompatibles.
  5. La piel. Se ve más expuesta al viento, humedad y calor, lo que podría generar resequedad, comezón excesiva e irritación. Para evitarlo, se debe mantener bien hidratada la piel, ingiriendo mucha agua simple y humectarla con cremas recomendadas por su médico. Reducir al mínimo posible la exposición al sol, usar siempre protector solar de amplio espectro en toda la piel expuesta y evitar a toda costa quemaduras.
  6. Pies. Si bien caminar 30 minutos diarios favorece el control de la diabetes, jamás, se debe andar descalzo en las playas, porque si la arena está muy caliente, si tropieza con algún objeto o pisa algún material filoso o punzocortante, existe un alto riesgo de heridas que pueden llevar a una infección grave, que rápidamente ponga en riesgo de amputación su pie.
  7. Ojos. La radiación ultravioleta del sol acelera la degeneración de la retina. Por ello, resulta ideal el uso de lentes con protección solar UV certificada.
  8. Vacunación. Si viaja a países donde exijan ciertas vacunas, aplíqueselas por lo menos 10 días antes antes para que el cuerpo genere la protección necesaria.
  9. Identificación. Siempre lleve una medalla, brazalete o tarjeta que indique que usted vive con diabetes u otras enfermedades que padezca.
  10. Revisión médica. Antes de salir, debe solicitar a su médico tratante un resumen de su historia clínica y el detalle de los fármacos que usa, ya que esta información puede ser muy útil en caso de una emergencia en donde usted esté de vacaciones
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Si en las vacaciones, quien vive con diabetes tiene alguna herida, raspón, quemadura, ulceración o pinchazo en alguno de sus pies o ambos (o en las manos) debe atenderse de inmediato, con urgencia. “Ya que cualquier herida, por mínima que parezca, rápida y fácilmente se puede infectar y en poco tiempo poner en riesgo de amputación la extremidad del paciente y hasta peligrar su vida”, advirtió el doctor Edgar Álvarez Trejo, experto en el manejo avanzado de heridas en IDISA

Nosotros contamos con los tratamientos más nuevos para la atención inmediata, aguda o crónica del pie diabético, nuevos apósitos, tratamientos quirúrgicos, tópicos y sistémicos, que ayudan a reducir la posibilidad de amputación y mejoran las lesiones del paciente”.

Finalmente, aconseja, a quienes viven con diabetes, disfrutar de las vacaciones al máximo, pero sin olvidarse de las medidas preventivas en el cuidado de sus pies, ojos y piel, así como del control y tratamiento de su enfermedad.

Imagen cortesía de Kruchenkova



Escrito por

Redacción, Plenilunia Sociedad Civil Fundada en el año de 2004, Plenilunia es una Sociedad Civil cuyo objetivo es fomentar el bienestar y la salud integral de la mujer.

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