Vientre plano, la opción quirúrgica para lograrlo

¿Quién no sueña con tener un vientre plano? La verdad es que todos, hombres y mujeres, anhelamos bajar esa pancita. El problema es que no es nada sencillo. Por más que uno le baje a la comida con grasa y haga ejercicio, es todo un reto lograr el abdomen anhelado.

Lo bueno es que la medicina avanza y hoy existen opciones como la cirugía de abdomen que es una alternativa médica muy socorrida para aquellos casos en que se logra tener el peso deseado pero no logramos bajar el abdomen.

En términos médicos la abdominoplastía no es más que la extirpación del exceso de piel y grasa abdominal, con la que se corrige esa flacidez muscular.

Así lo define el Dr. Erick Vargas Téllez, especialista certificado en cirugía plástica, estética y reconstructiva, quien señala que si bien es cierto que todos deseamos tener una figura de concurso no todos podemos someternos a esta cirugía, los candidatos ideales para someterse a una abdominoplastia son aquellas mujeres u hombres que estén en su peso.

Las personas con obesidad son descartadas debido a que no se daría el resultado estético. Con la cirugía se puede retirar entre 800 gramos y dos kilos de piel en promedio. Pero el mayor problema de una abdominoplastía para alguien con obesidad serían las graves complicaciones que pueden desarrollarse durante la intervención. Las mujeres que no han sido mamás o que planean futuros embarazos tampoco son candidatas, ya que durante la cirugía se tensan los músculos verticales del abdomen y pueden volver a relajarse en el transcurso de éste.

“Dicha intervención se realiza bajo anestesia general; se realiza una incisión por encima del vello pubiano prolongándola hacia las caderas. Se libera la piel del abdomen y se refuerzan con suturas los músculos abdominales. Se ajusta hacia abajo la piel sobrante y se extirpa”.

La necrosis es una complicación poco común pero también se puede presentar durante la cirugía de abdomen. Sucede cuando la piel que queda después de la intervención pierde oxígeno y muere. Es muy poco común, menos del 1% de los pacientes la presenta, pero hay que tener cuidado de evitarla o, en caso de presentarse, atenderla con oportunidad para evitar que sus alcances puedan ser graves.

“Su tratamiento (el de la necrosis) es a base de curaciones especiales, o en su defecto se interviene al paciente para retirarle esa piel muerta, dejando la herida abierta para que cierre sola o en su caso se coloca un injerto para cubrir la parte afectada”.

Después de la operación de abdomen, el paciente deberá portar una faja compresiva especial, deberá evitar cargar cosas pesadas y debe mantener un reposo relativo. El tiempo de recuperación total es de un mes aproximadamente.

Aunque los hombres también buscan tener un vientre plano, las mujeres son las pacientes más recurrentes. El doctor Vargas Téllez explica que el abdomen femenino comienza a tener exceso de piel con la edad; con ello se presenta una relajación en la pared abdominal, aparte de que es marcado por las estrías a causa de la maternidad y las frecuentes irregularidades en el peso de la mujer.

Es cierto que el tener un vientre de concurso refuerza y aumenta la autoestima, pero también es cierto que no hay cirugía que dure cien años, por lo que quien recurre a una cirugía de abdomen debe estar consciente que el llevar una sana alimentación y tener la disciplina del ejercicio será una excelente combinación para sentirte bien y verse mejor.