Bulimia, Anorexia

Un trastorno de la conducta alimentaria es una enfermedad que se caracteriza por la existencia de un deseo extremo de ser delgado, acompañado de gran miedo a subir de peso. Éste es tan grande que la persona tiende a limitar las porciones de comida hacia cantidades menores de las necesarias o usar métodos compensatorios, como pueden ser laxantes o vómitos para controlar el peso.

El principal síntoma que se observa es una percepción de obesidad en momentos de muy bajo peso, lo que provoca depresión, irritabilidad y resentimiento social. Se da la pérdida de la libido sexual, preocupaciones sobre la comida, rituales obsesivos, baja concentración y disforia.

Esta enfermedad conlleva a alteraciones familiares, sociales y culturales. Es un padecimiento muy peligroso, ya que puede causar la muerte’.

Anorexia y bulimia, las más conocidas

Los más comunes y conocidos son a la anorexia y la bulimia. Se han añadido a la clasificación de los trastornos de la alimentación, la obesidad, que es una acumulación excesiva del tejido adiposo que se traduce en un aumento de tejido corporal; así como la vigorexia, que se define como la obsesión por el “cuerpo perfecto” realizando ejercicio físico en exceso y dietas “extremadamente sanas”.

¿Quiénes las padecen?

La anorexia y la bulimia se observan principalmente en mujeres adolescentes y, en ocasiones, los dos trastornos van de la mano. Estos desórdenes son multifactoriales, en general dependen de la persona y las circunstancias que activen el trastorno, ya que la vulnerabilidad de cada persona lleva a un riesgo.

El grupo más vulnerable en el que se presentan, corresponde a mujeres jóvenes. Se estima que sólo el 5 ó 10% son hombres. Existen profesiones de alto riesgo como el modelaje y en algunos atletas.

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La anorexia es más frecuente en clases socioeconómicas altas, aunque no se descartan otras. Aproximadamente el 1% de las mujeres jóvenes presentan anorexia y alrededor de 1% a 3% presentan bulimia. Ambas enfermedades aparecen en edades de entre los 15 a 29 años.

Identifica los síntomas

Los padres, maestros y amigos cercanos de personas con anorexia pueden identificar síntomas como el rechazo a mantener el peso corporal normal de acuerdo a su edad y complexión; miedo intenso a subir de peso; alteración de la percepción del peso o la silueta corporal, así como menstruación irregular o insuficiente.

La anorexia puede ser de dos tipos: una, en la que solamente se hacen dietas estrictas de manera rigurosa, sin vomitar ni utilizar laxantes. Y la otra, en la que al terminar con la dieta, comen excesivamente llegando a la purga por medio de medicamentos y vómitos.

Por otro lado, los síntomas de la bulimia que se detectan son: presencia de atracones (comer alimentos en un corto espacio de tiempo en cantidad superior a la normal) recurrentes, conductas compensatorias inapropiadas con el fin de no ganar peso, como provocación del vómito, uso excesivo de laxantes, diuréticos, enemas u otros fármacos, ayuno y ejercicios excesivos. En este contexto, cabe señalar que la autoestima está influida por el peso y las siluetas corporales.

La bulimia puede ser de dos tipos: aquel en el que se recurre a vómitos y uso de laxantes; y el otro, en el que no hay purga sino que se restringe la comida y se lleva acabo ejercicio excesivo.

Estas enfermedades tienen como característica principal la baja autoestima y necesidad de control; es decir, se da una búsqueda de la “perfección”. El valor de la persona gira en torno a cuánto pesa y cómo la ven los demás. Si se deja la dieta o el ejercicio comienza la “culpa”, lo que convierte a esta situación en un círculo vicioso, ya que esto conllevará la realización de una dieta más estricta que la anterior y se recurre a las purgas como el vómito y el uso de laxantes, entre otros.

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¡Sí existe cura!

A pesar de que estos trastornos son progresivos y mortales, sí existe cura. Se deben realizar exploraciones médicas, físicas y una valoración del estado nutricional y exploración psicológica.

Existen diferentes tipos de tratamientos para los trastornos de la alimentación, entre ellos, los medicamentos, la terapia de corte psicoanalítico y el cuidado nutricional, entre otros. El objetivo del tratamiento es regresar al paciente a estados nutricionales saludables, así como psicológicos.

Prevención

La mejor cura es la prevención; es la forma más eficaz de enfrentarse a los problemas, donde las decisiones oportunas pueden marcar la diferencia.

Los familiares y personas cercanas deben tratar de reforzar la autoestima de los adolescentes, que son los más vulnerables en cuanto al padecimiento de este tipo de trastornos. Habrá que recordar que el valor de la persona no se encuentra en su físico. Hay que estar al pendiente de sus actividades e intereses, con el fin de hacerles sentir que no “deben” hacer las cosas para agradar a los demás, ya que son agradables como son.

La escuela, es clave

La escuela debe crear un ambiente escolar armónico y enfocarse en una educación física que establezca hábitos saludables que no limiten a los estudiantes por la figura corporal, dar información general sobre los trastornos de la conducta alimentaria y tratar de que los estudiantes comprendan que pueden obtener ayuda y no están solos. La educación es clave en la prevención de estas enfermedades.

Fundación Ellen West
Atención a personas con trastornos de anorexia y bulimia.
Carretera México – Toluca Núm. 3847 km. 20.5 Cuajimalpa, C. P. 05000, México, D. F.
Teléfono: 58- 12- 08- 77
Correo electrónico: info[arroba]ellenwest[punto]org
Página en Internet: www.ellenwest.org
Directora General: Doctora Aracely Aizpuru.

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Miembro de la Sociedad Psicoanalítica de México (SPM) Página en Internet: www.spm.org.mx Teléfonos: (+52-55) 5286 1744 y 5286 5509 Clínica de asistencia a pacientes: Teléfonos: (+52-55) 5553 3599, 5286 6550 y 5286 0329 Correo electrónico: spp@spm.org.mx


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