Testimonio de una joven con diabetes

6.00 de la mañana
Me pincho con la aguja para hacerme la medición matutina de niveles de glucosa. La anoto en mi bitácora diaria. Hora de mi primera inyección de insulina, luego un desayuno nutritivo. Cepillo mis dientes y limpio mis encías con hilo dental. Estoy lista para salir a caminar.

Me despierto de golpe, empapada en sudor, las manos me tiemblan con violencia. Tengo miedo, siento que voy a perder la consciencia.

Fue la primera vez que tuve una abrupta disminución en mis niveles de glucosa. Todavía estaba en la Universidad y no le daba tanta importancia a cuidarme. Quería vivir mi vida, y trataba de olvidar mi enfermedad comiendo compulsivamente. Y de ser una persona delgada, terminé con un importante problema de obesidad. Hasta que un día tuve este primer episodio de hipoglucemia. Me asusté muchísimo.

Mi mamá está ahí, a mi lado, de pie. Tiene cara de preocupación pero con la serenidad de quien sabe lo que está sucediendo y cómo debe actuar: me brida un vaso de jugo de naranja.

6.45 de la mañana
La mañana me recibe fresca, el parque verde; hoy daré dos vueltas, tengo que acabar con este sobrepeso que complica mi salud.

Me insta a beberme el jugo. Son las 3 de la madrugada. Obedezco, pero mis manos tiemblan con tanta fuerza que es ella quien me acerca el vaso a la boca. Soy afortunada de tenerla a mi lado…

7.15 de la mañana
De regreso a casa. Un regaderazo y arreglo personal. Pongo especial cuidado en humectar mis pies y mantener las uñas cortas y limadas. Una herida en los pies puede pasar desapercibida por la falta de sensibilidad propia de la diabetes.

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Tengo mucho miedo. Como un par de galletas y me derrumbo en la cama, siento que me voy a desmayar pero también estoy tranquila porque ella sabe lo que debe hacer si eso sucede.

8.30 de la mañana
Comienza mi jornada laboral. Para arrancar motores me tomo un té de manzanilla endulzado con edulcorante artificial.

Me trae un vaso de leche, está muy dulce, me lo bebo sin pestañear esperando ansiosa ese escalofrío que recorra mi cuerpo y me anuncie que el peligro está pasando. Me agarro a la vida con todas mis fuerzas.

10.00 de la mañana
Hago una pausa para hacerme la medición de glucosa y registrarla. Me aplico la insulina y luego a comer mi colación: fruta, queso cottage y mucha agua. Sigo trabajando.

Me entierro bajo el edredón y de repente siento un frío tremendo que oprime todo mi cuerpo, mis músculos, mi piel…

14.00 horas/ 2 de la tarde
Vuelvo a casa para comer. Antes, me aplico mi insulina. Me espera un menú delicioso y nutritivo antes de volver a mi junta de las tres y media.

17.00
Reviso mis pendientes para el próximo lunes y salgo hacia la cafetería cercana donde quedé de verme con una amiga.

Ahora ya sólo tiemblo de frío y ella me acoge entre sus brazos, siento su calor y sé que dentro de unos minutos todo habrá pasado y me quedaré dormida… de momento estoy fuera de peligro, todo ha pasado y en pocos minutos volveré a sentirme bien.


17.45

Paso al baño, vuelvo a registrar mis niveles de glucosa y me aplico mi insulina. Ya en la mesa pedimos café y galletas sin azúcar; en muchos lugares ya venden alimentos especiales para diabéticos.

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20.30 horas/ ocho y media de la noche
Llego a casa. La familia me espera para cenar. Nos contamos el día.

Desde entonces valoro más lo que tengo. Sobretodo dos cosas: mi vida y mi familia. Mi mamá se ha informado mucho sobre todo lo relacionado con la diabetes desde que me la diagnosticaron, cuando era niña. Pero tras ese primer episodio que pudo haberme llevado a un coma diabético, yo también he comenzado a responsabilizarme de mi misma.

21.30
Antes de acostarme realizo mi último examen de medición de niveles de glucosa. Mañana que vaya a mi consulta mensual con el médico y a la semestral con el oftalmólogo, llevaré mi bitácora. Es una herramienta muy útil para ellos. Luego me siento a meditar. Media hora en silencio mantiene mi mente limpia de pesimismo y de estrés. Me ayuda a mantener la alegría de vivir.

22.30
Me inyecto mi última dosis de insulina antes de dormir. Buenas noches querido diario, por hoy, el día terminó.

El testimonio sobre el episodio de hipoglucemia, fue obtenido del foro en internet: http://www.ciao.es/Comentarios-sobre-Opinion__Mi_propia_experiencia_970610




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