¿Cólicos menstruales? Ojo: puede ser endometriosis

[/media-credit] Debemos consultar al ginecólogo periódicamente a lo largo de la vida aunque aparentemente todo esté bien.¿Cuál es el momento de la vida en que una mujer debe consultar al ginecólogo? Normalmente se considera necesario durante aquellas etapas importantes para nuestra vida sexual o reproductiva: al tener la primera relación sexual, cuando te vas a casar o cuando ya quieres embarazarte o ya estás embarazada.

En realidad nuestra primera consulta al ginecólogo debe realizarse desde muy joven. En ocasiones es necesario ir desde adolescente, desde los 15, 16 ó 17 años de edad, sobre todo cuando hay dolor durante la menstruación. En estos casos es a la mamá a quien corresponde llevar a su hija aún menor de edad porque debe descartar que no haya algún problema pues el dolor durante la menstruación puede ser indicio de padecimientos que deben ser atendidos en forma temprana pues si no se tratan pueden agravarse con los años.

Estamos hablando de la endometriosis y del síndrome de ovarios poliquísticos, dos padecimientos que a la larga pueden ser determinantes para la fertilidad, es decir, para quedar embarazadas.

Sobre ambos padecimientos nos habla aquí el doctor René Toro, gineco-obstetra con especialidad en Biología de la Reproducción Humana y certificado por el Colegio Mexicano de Gineco Obstetricia. El especialista nos explica la importancia de que la mujer acuda al ginecólogo aun siendo menor de edad, sobre todo en los casos en que hay dolor durante la menstruación.

“La endometriosis es importante porque puede causar a la larga lesiones que son irreversibles sobre las salpinges.

“Y el síndrome de ovario poliquístico, si no se atiende desde la adolescencia y se pasa a la etapa reproductiva sin atenderse -y actualmente la mujer tarda más en decidirse por la reproducción- se puede ir agravando y después resultar mucho más difícil la reproducción”.

Plenilunia – ¿Qué es La endometriosis?

Dr René Toro – La endometriosis es cuando el tejido endometrial, que es la capa interna del útero, sale o se extiende por fuera del útero, y al recibir estímulo hormonal, entonces se desarrolla y genera sustancias -puede incluso generar sangrados-, y dichas sustancias son las que producen los cólicos.

[/media-credit] La endometriosis puede presentarse a cualquier edad, incluso entre adolescentes.¿La endometriosis desde qué edad se puede presentar?

Es un tema muy controvertido, porque por un lado la endometriosis puede ser tan mínima, microscópica, que no necesariamente es diagnosticable en la adolescencia. Por otro lado, no es sencillo hacer el diagnóstico incluso en plena etapa reproductiva porque la única manera de diagnosticar con certeza es mediante laparoscopía diagnóstica (una cirugía sin bisturí), con lo que se ven las lesiones, se toma la biopsia y se certifica que es endometriosis. Es una opción de diagnóstico invasiva, pero no hay otra manera.

Se ha dicho que a veces es preferible dar tratamiento suponiendo que es endometriosis y si da resultado se presupone que sí era endometriosis, sin hacer la biopsia.

¿Pero el tratamiento no es fuerte?

Exactamente. Pero por otro lado sí se están viendo casos de endometriosis en la adolescencia y aparentemente teniendo como único síntoma la dismenorrea que es muy común, es decir el dolor al reglar.

Y no necesariamente deben ser los fuertes cólicos que dejen a la niña o a la adolescente sin escuela; a veces los dolores son medianamente intensos, digamos que tolerables.

Entonces, puede ser que un síntoma al cual no se le hace mucho caso porque la mamá considera que es casi normal -incluso pueden pasar años- y se desarrolla, puede derivar después en consecuencias serias. Con qué velocidad se desarrolla, cuál va a ser su gravedad, eso nadie lo puede decir.

¿Puede ser un factor para desarrollar endometriosis el hecho de que desde muy jóvenes tomen anticonceptivos hormonales?

No, al contrario. Eso en un momento dado limitaría el desarrollo de la enfermedad, no la vacunaría, ni la trataría. De hecho, hace 20 años se trataba con anticonceptivos orales en forma continua, y algunos aún la tratan así, pero ahora ya otras alternativas para el tratamiento de la endometriosis.

Entonces, si hay fuertes cólicos menstruales desde temprana edad puede sospecharse de endometriosis, y hay que ir con el ginecólogo sin importar que sea una chica menor de edad.

Así es. Más si se presentan esas dismenorreas discapacitantes y constantes, que causan vómito, que dejan 2 ó 3 días a la joven sin ir a la escuela. Es importante que vea al especialista. Es tema de ginecólogo, y además porque es un padecimiento que va a tener que estar controlando toda su vida.

Y sobre el otro padecimiento ginecológico que también se llega a presentar desde temprana edad, qué nos puede decir.

Se trata del síndrome de ovario poliquístico. Es una situación controversial, porque ahora hay conocimiento sobre ello que nos habla de que éste padecimiento se va gestando desde la pubertad.

Afortunadamente este padecimiento es más sencillo de diagnosticar y podemos tener más pistas para pensar que se trata de ese problema.

¿Son los quistes?

No. El síndrome de ovario poliquístico es una enfermedad que se manifiesta con varios quistes en forma de rosario en el ovario, pero la manifestación clínica más clara es cuando la chica no tiene ciclos regulares.

Pero lo común es que al principio el ciclo menstrual sea irregular, ¿o no?

Sí, al principio es normal que sea irregular, pero cuando pasan más de 2 ó 3 años que inició la menstruación y sigue siendo irregular o demasiado irregular, es decir que llegan a pasar 2, 3 meses sin reglar, o que su menstruación dura más de una semana, ya no es normal. Y se presenta con otras manifestaciones clínicas como el hecho de que la niña sea gordita, si le está apareciendo mucho acné, si tiene antecedentes diabéticos; todo eso nos puede ir acercando al diagnóstico del síndrome ovárico poliquístico.

Qué sucede aquí. Que el ovario funciona mal por una alteración hormonal, son círculos viciosos, puede tener varios tipos de origen pero el resultado es el mismo: no ovula todos los meses, está funcionando mal su útero, su ovario, y esto puede también ser más delicado si se deja y no se atiende. Para empezar le costará más trabajo para embarazarse el día que así lo desee.

[/media-credit] Lo ideal es que las jóvenes se hagan autorresponsables del cuidado de su salud, máxime si ya iniciaron vida sexual. ¿Pero sí empieza desde la pubertad?

Lo que pasa es que estas adolescentes muchas veces tienden primero a considerar que es normal, no se quejan; la mamá también piensa que es normal, y algunos médicos no actualizados sobre estos temas les dicen: “así te toca reglar a ti”. Y así se pasan años, de tal suerte que cuando ya piensan embarazarse o empiezan a tener vida sexual constante y no tienen ciclos regulares, se empiezan a inquietar porque ¿cómo van a cuidarse? Empiezan a tomar cartas en el asunto y es a los 20, 25 ó a los 30 años cuando ya llegan con el ginecólogo, pero ya para entonces hubo consecuencias y tienen problemas de fertilidad.

Entonces doctor, nunca es normal tener ciclos irregulares…

No. La menstruación es el resultado de un funcionamiento sincrónico entre el ovario, la hipófisis y el hipotálamo. Una mujer que es irregular está mal, algún problema tiene. Y al contrario no es lo mismo; hay mujeres que reglan cada mes cada mes y resulta que están mal, no saben que no ovulan.

¿Y eso como saberlo?

-Generalmente lo saben cuando quieren embarazarse. Ven que están reglando cada mes y no saben que no ovulan todos los meses.

-Por eso es importante ir con el especialista.

Hay que llevar a la adolescente al ginecólogo pero también hay que consultarlo a lo largo de la vida aunque aparentemente todo esté bien. Al inicio de la vida sexual; pero también tengan o no relaciones sexuales hay que ir con el ginecólogo desde los 17, 18 años. A cierta edad deben hacerse su Papanicolaou, aprender a explorarse la mama, conocer sobre una adecuada higiene íntima; no se trata solamente de bañarse y ponerse desodorante o usar cierta toalla femenina, es saber cuidarse de verdad y prevenir enfermedades; hacerse autorresponsables desde jóvenes.