6 consejos para mantener el peso mientras se recibe insulina

La insulina y el aumento de peso suelen ir de la mano, pero el peso es algo que se puede controlar. Si necesitas tratamiento con insulina, Mayo Clinic nos presenta información para saber cómo minimizar, o evitar, ganar peso.

Si necesitas tratamiento con insulina, aquí te decimos cómo minimizar, o evitar, ganar peso.
Si necesitas tratamiento con insulina, aquí te decimos cómo minimizar, o evitar, ganar peso.

Mayo Clinic nos informa que subir de peso es un efecto secundario común entre las personas que usan insulina, hormona que regula cómo las células absorben la glucosa (azúcar). Esto puede resultar frustrante porque una parte importante del plan general para controlar la diabetes es mantener un peso sano. Lo bueno es que sí es posible mantener el peso mientras se recibe insulina.

La conexión entre insulina y aumento de peso

Gracias a la insulina, la glucosa puede ingresar a las células y, de esa manera, descienden los niveles de glucosa en la sangre. Este es el objetivo que se busca con el tratamiento.

No obstante, si ingieres más calorías de las que necesitas para mantenerte en un peso sano (en función de tu nivel de actividad), las células recibirán más glucosa de la que necesitan y esa glucosa que las células no usan se acumula en forma de grasa.

Evita aumentar de peso mientras recibes insulina

Consumir alimentos saludables y estar físicamente activo la mayoría de los días de la semana puede ayudarte a evitar ese indeseado aumento de peso.

Los siguientes consejos que Mayo Clinic nos propone pueden ayudarnos a evitar esos kilos de más:

  1. Calcula las calorías. Comer y beber menos calorías ayuda a no subir de peso. Abastece el refrigerador y la despensa con frutas, vegetales y cereales integrales. Planea cada comida para integrar la combinación correcta de almidones, frutas, vegetales, proteínas y grasas. En general, los expertos recomiendan servir un plato que contenga 50% de vegetales sin fécula, 25% de proteína y 25% de almidón, como arroz o vegetales ricos en fécula, por ejemplo, maíz o guisantes (arvejas, chícharos).
  2. Reduce el tamaño de las porciones, no te sirvas un segundo plato y bebe agua en lugar de bebidas con alto contenido de calorías. Habla con el médico, el personal de enfermería o un especialista en nutrición sobre las estrategias y recursos para planificar las comidas.
  3. No te saltes comidas. No intentes reducir calorías saltando comidas. Cuando te saltas una comida, es más probable que tomes malas decisiones en el siguiente alimento porque tienes mucha hambre. Saltar comidas también puede bajar el nivel de la glucosa sanguínea si no ajustas la dosis de insulina.
  4. Haz actividad física. La actividad física quema calorías. El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos estableció como un objetivo razonable para la mayoría de los adultos deben hacer, al menos, 150 minutos de actividad aeróbica moderadamente intensa por semana (caminar, andar en bicicleta, hacer ejercicios aeróbicos en el agua, bailar o hacer trabajos de jardinería), además de ejercicios de fortalecimiento muscular, al menos, 2 veces por la semana. Consulta con el médico las actividades y ejercicios que son más adecuados para ti. Pregunta también al médico cómo realizar mejor el ejercicio. La actividad física ayuda al cuerpo a usar la insulina de manera más eficiente, por lo que, según la cantidad de ejercicio que planees hacer, es posible que necesites reducir la dosis de insulina o comer un tentempié. Existe la posibilidad de que el nivel de la glucosa sanguínea disminuya incluso horas después de haber hecho ejercicio.
  5. Consulta con el médico sobre otros medicamentos para la diabetes. Algunos medicamentos para la diabetes que ayudan a regular los niveles de la glucosa sanguínea, como la metformina, la exenatida, la liraglutida, la albiglutida, la dulaglutida, la sitagliptina, la saxagliptina, la canagliflozina, la dapagliflozina , la empagliflozina y la pramlintida , pueden favorecer la pérdida de peso y permitirte disminuir la dosis de insulina. Pregúntale al médico si estos u otros medicamentos serían adecuados como parte de tu plan de tratamiento para la diabetes.
  6. Adminístrate la insulina solamente como te indicaron. No omitas ni disminuyas las dosis de insulina para evitar subir de peso. Aunque tal vez pierdas peso al tomar menos insulina que la recetada, los riesgos son graves, porque sin la cantidad suficiente de insulina, el nivel de la glucosa sanguínea aumentará e igual lo hará el riesgo de sufrir complicaciones vinculadas con la diabetes.
Imagen cortesía de dtjs | Plenilunia
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Escrito por

Redacción, Plenilunia Sociedad Civil Fundada en el año de 2004, Plenilunia es una Sociedad Civil cuyo objetivo es fomentar el bienestar y la salud integral de la mujer.

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