Melissa Hernández es una joven mexicana de 34 años que vive en Ramos Arizpe, Coahuila. Es ama de casa, esposa y madre de dos pequeños hijos y comparte su experiencia.
[/media-credit] La Historia de Melissa Hernández
“La noche del 16 de agosto del 2010, estaba ya por dormirme, fue un día normal, jugué con mis hijos y le comenté a mi esposo que me sentía muy cansada”, dice Melissa, “al acostarme sentí un jalón en mi cuerpo y le dije a mi esposo que algo me estaba pasando”.
En ese momento, Melissa se desmayó y comenzó a convulsionarse, algo que nunca en su vida había sufrido. Llegó a Urgencias al hospital, donde pasó la noche y le realizaron un electroencefalograma y una resonancia magnética.
Los resultados del electroencefalograma no mostraron nada, pero en la resonancia se vislumbraba algo fuera de lo normal. Sin embargo, el primer diagnóstico que recibió fue que sufría de cisticerco, infección causada por un parásito que provoca la producción de quistes en diferentes zonas del cuerpo y recibió tratamiento por dos meses. Al no existir ningún cambio en su condición, le realizaron una biopsia y fue cuando le confirmaron que tenía un glioblastoma multiforme de grado IV, tumor cerebral de mortalidad alta. El tumor se encontraba en el lado izquierdo del cerebro y le provocaba pérdida de movilidad y sensibilidad del lado derecho de su cuerpo.
Durante seis meses, Melissa recibió radiaciones y tratamiento de quimioterapia oral, pero desafortunadamente no hubo ninguna mejoría en su condición y el tumor continuaba creciendo.
En enero del 2011, el esposo de Melissa investigando para buscar el mejor tratamiento, encontró una nueva opción en el Hospital Houston Methodist y Melissa cubría con todos los requisitos para ser candidata a este nuevo tratamiento.
El nuevo tratamiento que recibió Melissa en el Hospital Houston Methodist se denomina Novocure. El Dr. David Baskin, oncólogo y neurocirujano del Hospital Houston Methodist, explica que este tratamiento se basa en colocar sobre la espalda en una mochila un instrumento portátil, que pesa alrededor de tres kg. y que funciona emitiendo una onda electromagnética de baja intensidad, que atraviesa el cráneo y actúa sobre el tumor para evitar que las células cancerígenas del glioblastoma multiforme se reproduzcan.
Durante dos años, Melissa tuvo las 24 horas todos los días colocados veinticuatro electrodos en su cabeza. A partir del 2013, ella entró a remisión, ya que se logró erradicar por completo el tumor de su cerebro. Cada tres meses viaja a Houston a su chequeo de rutina y sigue recibiendo terapia de rehabilitación para recuperar por completo la movilidad de la parte derecha de su cuerpo.
El Dr. Baskin afirma que el glioblastoma multiforme es la forma más agresiva y común de tumor cerebral. La supervivencia media general desde el diagnóstico inicial es de unos 13 a 15 meses con una terapia óptima, y el tiempo medio de supervivencia desde la recurrencia del tumor es de sólo 3 ó 4 meses sin que exista un tratamiento eficaz adicional. “Esta enfermedad es ampliamente reconocida como una de las formas de cáncer más agresivas y mortales”.
Desgraciadamente el cerebro es el único órgano en el cuerpo que no tiene receptores de dolor, por lo tanto, no se presentan síntomas hasta que el tumor tiene un tamaño considerable y comienza a afectar las funciones cerebrales, provocando desmayos y convulsiones y no hay manera de prevenir la formación de estos tumores, pues en la actualidad no existen datos científicos que comprueben la razón por la cual se generan explicá el Dr. Baskin.
Por lo que recomienda acudir al médico en caso de presentar dolores de cabeza muy agudos y recurrentes o debilidad y entumecimiento de un lado del cuerpo, pues pueden ser síntomas de un glioblastoma multiforme. En México, no existen cifras actuales ni con exactitud relacionadas con este tipo de cáncer, su morbilidad y mortalidad.
“Novocure es un tratamiento no invasivo, que no presenta toxicidad para el paciente. Se encuentra todavía en etapa de estudio clínico y los resultados obtenidos al utilizar este nuevo procedimiento como complemento de los tratamientos tradicionales para erradicar este tipo de tumores han sido muy favorables,” concluye el Dr. Baskin.
