Han pasado catorce días del inicio de 2015 y, ¿continuas con tus proyectos del año pasado para en su momento, poderlos cerrar? ¿hay algún proyecto que tengas en mente y que quisieras concretar este año? Aparentemente, en un cierre de año, es muy fácil pensar en los propósitos que queremos para nuestra vida al calor de las copas, los amigos y la familia, ¿pero, por qué, muchas veces, no los llevamos a cabo?.
[/media-credit] ¿Qué propósito tienes hoy para ti? ¿qué estás haciendo hoy para lograrlo?
Hacer un Proyecto de vida implica tener objetivos, metas y propósitos en corto, mediano y largo plazo. Los objetivos implican grandes logros, cerrar un gran ciclo. Terminar una carrera profesional, por ejemplo.
Las metas, en cambio, son objetivos cortos. Terminar con buenas calificaciones el primer semestre. Los propósitos son la voluntad de hacer algo. Son la base de las metas y los objetivos. Es lo que queremos ser, lo que queremos tener, lo que queremos alcanzar (o llegar a ser). Saber que quieres es tu propósito.
- Quiero hacer ejercicio.
- Quiero andar con…
- Quiero divorciarme.
- Quiero un trabajo mejor remunerado.
- Quiero ser menos agresivo…
Luego, la siguiente pregunta a contestar es cómo se va a lograr.
En el caso de hacer ejercicio, es sólo haciéndolo (aquí entran en juego, la voluntad, la disciplina, la constancia). No es necesario ir a un gimnasio si no tienes dinero, puedes ir a correr o ejercitarse en casa.
La meta sería voy a hacer ejercicio tal y tal día, para que en seis meses, esté en mi peso correcto (objetivo). Si quieres andar con…(propósito) las pregunta a contestar serían:
- ¿Qué tipo de relación llevas con…?
- ¿Cómo te sientes cuando estás a su lado?
- ¿Cómo te trata?
- ¿Hace cuanto tiempo que se conocen?
- ¿Para qué quieres que sea tu pareja?
Una vez que contestaste esto, habría que hablar de metas. Tal vez, tu meta sería conocer primero bien a esa persona, ser su amigo/a y en 8 meses, decir lo que sientes por ella. Y entonces, tal vez, con el tiempo, el objetivo sería vivir juntos.
Nuestra vida está llena de decisiones, en éstas hay propósitos, metas y objetivos. Lograrlos no es tan fácil. Implican tiempo, dedicación, constancia y disciplina.
En ocasiones hay cosas que están fuera de nuestras manos. (Sobre todo en las relaciones personales o laborales. En el primer caso porque hay otra persona en juego, que puede tener un objetivo distinto al nuestro, en el segundo, debido a las circunstancias económicas).
A veces las emociones entran en juego y no nos dejan avanzar (como el miedo, por ejemplo). otras, son los pensamientos los que nos paralizan (no lo puedo hacer. Soy incapaz. Soy un tonto). Hay momentos, en que por más que queremos algo, no lo podemos lograr (no podemos forzar a alguien que nos quiera, por ejemplo). Y en ocasiones, la vida nos lleva por muy distintos rumbos de los que habíamos planeado.
No tenemos que tener un Plan de Vida perfecto y lineal, podemos cambiar nuestros propósitos, metas y objetivos, pues finalmente la vida es movimiento.
Podemos cada día (sólo por hoy) trabajar un propósito y una meta (que a la larga se hará objetivo), lo que no podemos hacer (porque no dañamos emocionalmente) es obsesionarnos por eso al grado de empezar a ser disfuncionales.
Podemos tener conciencia de lo queremos, decidirnos a hacerlo y actuar en consecuencia. Luego dejar los resultados en nuestra Fuente Universal, si las cosas son para nosotros y nosotros estamos trabajando por ello, se nos dará en tiempo y forma.
Lo importante, es ver que quieres hoy y que estás haciendo para lograrlo. Además de haber logrado tu objetivo, tras de ti, habrás tenido una gran lección de vida (ya sea por haberlo obtenido, haberlo cambiado o haber fracasado) Lo importante es el camino andado, que es finalmente lo que te va enriqueciendo. ¿Qué propósito tienes hoy para ti? ¿qué estás haciendo hoy para lograrlo?
