diciembre 22, 2024

Alineamiento adecuado del cuerpo puede ayudar a prevenir dolores y lesiones

Mujer con los brazos abiertos y ojos cerrados respirando en un cielo azul
Plenilunia Salud Mujer
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«En los años de la adolescencia, probablemente haya parecido un requisito para convertirse en adulto aquello de ‘ponerse derecho’, pero esas personas tan insistentes estaban en lo cierto«, afirma Jane T. Hein, Fisioterapeuta.

Mujer con los brazos abiertos y ojos cerrados respirando en un cielo azul

[/media-credit] El alineamiento adecuado del cuerpo no solo ayuda a prevenir dolores y lesiones sino que también estimula la confianza y el humor. Mejorar la postura probablemente lleve algún tiempo y requiera un esfuerzo consciente, pero los beneficios de sentirse bien valen la pena, afirma Jane T. Hein, Fisioterapeuta.

Explica que la buena postura ayuda a gozar de buena salud y la alineación correcta del cuerpo ayuda a evitar presionar en exceso las articulaciones, los músculos y la columna vertebral, lo que alivia el dolor y disminuye la probabilidad de sufrir una lesión. Como ventaja adicional, una buena postura puede mejorar la productividad y el estado de ánimo, además de permitirnos utilizar los músculos de forma más eficaz. Es probable que mejorar la postura demande tiempo y un esfuerzo consciente, pero los beneficios de sentirse bien hacen que valga la pena.

Para ayudarnos a descubrir la postura correcta, nos propone la prueba de la pared:

  • Ponte de pie contra la pared y deja que la parte posterior de la cabeza, los omóplatos y los glúteos la toquen, mientras los talones se mantienen a una distancia de 5 a 10 cm de la pared.
  • Pon la mano plana y colócala detrás del coxis. Desliza apenas la mano entre la parte baja de la espalda y la pared para alcanzar una curvatura correcta en la columna lumbar.
  • Si queda mucho espacio detrás de la espalda lumbar, mete el ombligo hacia la columna vertebral para aplanar la curva de la espalda y acercarla suavemente a la pared.
  • Si queda muy poco espacio detrás de la espalda lumbar, arquea la espalda solo lo suficiente para poder deslizar la mano.
  • Aléjate de la pared mientras mantienes la postura correcta. Luego regresa a la pared para verificar si la mantuviste.
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También, nos menciona algunos consejos para mejorar la postura al estar de pie, sentado o recostado en la cama y concéntrate en la movilidad de la columna vertebral y la respiración. Estos son:

  • Cuando camines, mantén la postura erguida. Inhala, levanta los hombros y llévalos hacia atrás; luego exhala y baja los hombros, como si quisieras juntar suavemente los omóplatos.
  • Intenta inclinar la pelvis cuando estés sentado. Siéntate en el borde de una silla, coloca las manos en la parte interna de los muslos y descansa los pies sobre el piso. Inhala y balancea la pelvis y las costillas hacia adelante, mientras abres el pecho y miras hacia arriba. Exhala, balancea la pelvis y la columna vertebral hacia atrás, y mira hacia abajo, en dirección al piso.
  • Haz la pose del puente en la cama al despertar. Recuéstate boca arriba en la cama con las rodillas dobladas y los pies apoyados sobre el colchón. Inhala, luego exhala lentamente y curva el cóccix para elevar los glúteos y la columna vertebral, una vértebra a la vez, hasta que los omóplatos soporten el peso del cuerpo. Haz una pausa e inhala, luego exhala lentamente mientras vuelves a bajar la espina dorsal.

Nos subraya que «desgraciadamente, la postura ideal suele ser la excepción, en vez de la regla. La mala postura puede afectar desde la cabeza hasta los pies«, lo que nos puede llevar una serie de problemas como los siguientes:

  • Dolor de cabeza. La mala postura puede tensionar los músculos de la parte posterior de la cabeza, del cuello, de la parte superior de la espalda y de la mandíbula. Eso puede presionar los nervios cercanos y provocar lo que se conoce como dolor de cabeza tensional o dolor de cabeza por espasmo muscular.
  • Dolor de espalda y de cuello. El dolor y la tensión o la rigidez en la espalda y en el cuello pueden deberse a lesiones u otras afecciones tales como artritis, hernia de disco y osteoporosis, pero la mala postura también suele contribuir. Aunque casi nunca sea mortal, el dolor de espalda y de cuello pueden volverse crónicos y disminuir la calidad de vida.
  • Dolores de rodilla, de cadera y de pies. La debilidad muscular, la rigidez, la falta de equilibrio, la falta de flexibilidad y la mala alineación de las caderas, las rodillas y los pies pueden impedir a la rótula deslizarse suavemente sobre el fémur. La fricción resultante puede provocar irritación y dolor en la parte delantera de la rodilla, afección conocida como dolor femororrotuliano. La mala alineación del pie y del tobillo también puede desencadenar una fascitis plantar, afección en la que se inflama la banda gruesa de tejido que conecta el talón con la región metatarsiana (fascia plantar) y provoca dolor en el talón.
  • Dolor y pinzamiento en los hombros. El manguito rotador es un grupo de músculos y tendones que conecta la parte superior del brazo con el hombro. La tensión, la debilidad o el desequilibrio muscular que derivan de la mala postura pueden irritar los tendones del manguito rotador y producir dolor y debilidad. Una postura encorvada e inclinada hacia adelante también puede provocar el pinzamiento de estos tendones. En última instancia, esto puede dar lugar a un desgarro en el tejido del manguito rotador, lesión que es más grave y puede causar tanto dolor como debilidad importantes y limitar la capacidad para realizar las actividades diarias.
  • Dolor en la mandíbula. Una postura con la cabeza inclinada hacia adelante puede tensionar los músculos que se encuentran debajo del mentón y sobrecargar la articulación temporomandibular. Esto podría generar dolor, fatiga y un chasquido en la mandíbula, además de dificultad para abrir la boca, dolores de cabeza y dolor de cuello.
  • Fatiga y problemas respiratorios. Los malos hábitos posturales pueden restringir la caja torácica y comprimir el diafragma. Esto puede reducir la capacidad pulmonar y provocar una respiración poco profunda o dificultosa, fatiga y falta de energía, lo que puede afectar la productividad general.
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Finalmente subraya que «mejorar la postura puede ayudar a evitar o a revertir muchas de estas afecciones. Te sorprenderás al ver cómo puede mejorar tu calidad de vida, con solo ponerte de pie un poco más erguido«.

Con información proporcionada por Mayo Clinic[.]

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