El cobre es reconocido por la Agencia de Protección Ambiental en Estados Unidos como el primer material bactericida del mundo que tiene propiedades benéficas en la prevención de agentes patógenos.

En nuestro país, la incidencia de infecciones nosocomiales en hospitales oscila entre 3.8 y 26.1 casos por cada 100 egresos; la mortalidad asociada con infecciones intrahospitalarias en promedio es 5% y en el 2001 ocupó la séptima causa de muerte.

En algunos hospitales públicos de México se reporta una incidencia de infecciones del 25% en servicios de terapia intensiva y un 24% en áreas de hospitalización.

Guillermo Figueroa, Jefe de Laboratorio de Microbiología del Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos de Chile, explicó “prácticamente la gran mayoría de los microbios, virus, hongos y bacterias pueden ser controlados gracias al uso de productos que contengan cobre”.

Aclaró el especialista y otras que “existe la necesidad de prevenir y controlar principalmente en hospitales y otras instalaciones, la propagación de enfermedades infecciosas como el MRSA (estafilococo dorado) y otros microbios que son resistentes a antibióticos convencionales”, agregó.

El cobre, por sus propiedades bactericidas y antisépticas avaladas por la EPTA, podrá estar presente en quirófanos, restaurants y sistemas de aire acondicionado. De hecho, ya se aplica en telas cubiertas con óxido de cobre para inhibir la proliferación de gérmenes. En la industria salmonera se han reemplazado las jaulas de plástico por jaulas de cobre y estaño, que previenen problemas de crecimiento de algas y bacterias y que crustáceos y moluscos se adhieran.

Otros estudios de laboratorio y pruebas clínicas se están realizando por la red de la ICA (International Copper Association). Los resultados de estos estudios recomiendan el uso de aleaciones de cobre en superficies expuestas al contacto humano o al contacto con alimentos.