La resequedad vaginal es una afección muy común y más frecuente de lo que imaginas. Si bien es una condición que se asocia con la menopausia, ésta se puede presentar en cualquier momento de la vida. Es por eso que queremos contarte qué es la resequedad vaginal y cuáles pueden ser sus causas.
Existen dos aspectos clave que ayudan a que la vagina esté saludable, la flora y la mucosa vaginal. Como bien sabes la vagina es sinónimo de humedad, las paredes vaginales producen de manera natural su lubricante, llamada mucosa, que ayuda a mantenerla hidratada.
Esta mucosa convive con lo que llamamos microbiota o flora vaginal. En esencia esta flora es el conjunto de microorganismos que viven en la vagina y contribuyen a su salud y bienestar. Cuando el equilibrio entre la flora vaginal y la mucosa se pierde puede producirse la resequedad vaginal que debe entenderse como la disminución del flujo vaginal y mala hidratación.
Causas de la resequedad vaginal
Es importante aclarar que aunque es posible que la pérdida del equilibrio entre la flora vaginal y la mucosa sean las causantes de la resequedad, hay que estar alerta y detectarla a tiempo como un primer síntoma de atrofia vaginal.
Es por ello que en caso de presentar cualquier síntoma que te cause malestar acudas con tu ginecólogo (a). El objetivo es evitar cualquier complicación y, sobre todo, un mal diagnóstico.
Entre los principales factores que causan resequedad vaginal está la toma de anticonceptivos hormonales, la medicación hormonal; principalmente tratamientos relacionados al cáncer de mama, la endometriosis, los miomas uterinos, así como infertilidad. Además, los episodios fuertes de estrés o las infecciones vaginales pueden ser también las causantes.
Es importante mencionar que los factores antes mencionados son los que se relacionan directamente con casos de resequedad vaginal en mujeres jóvenes. La causa más común que contribuye a resequedad vaginal en mujeres adultas es la disminución de estrógenos.
Durante el proceso de envejecimiento, el estrógeno, entendido como la hormona clave de la salud sexual femenina, comienza a disminuir. Esto provoca que al momento de llegar a la menopausia, la vagina no tenga las suficientes hormonas para mantenerse hidratada.
Recuerda que los estrógenos mantienen los tejidos de la vagina lubricados y saludables. Ellos son la clave para que, tanto la mucosa vaginal como la flora vaginal se encuentren en equilibrio, lo que ayuda a tener suficiente lubricación durante las relaciones sexuales.
En este sentido, cuando los niveles de estrógeno disminuyen, el tejido de la vagina se encoge y se vuelve más delgado, causando resequedad e inflamación.
Relaciones sexuales dolorosas
Además de las molestias directas causadas por la resequedad vaginal como la comezón, picazón, ardor al orinar, entre otras, las relaciones sexuales también se ven afectadas. En este sentido, la resequedad vaginal puede causar un serio dolor durante la penetración, un síntoma conocido como dispareunia.
También llamada coitoalgia, es un dolor que se produce durante el coito y puede afectar la parte interna de la vagina, la zona pélvica o el abdomen. Si bien el cambio hormonal durante el climaterio, los medicamentos hormonales así como la alimentación son factores de riesgo, también hay que tomar en cuenta los factores psicológicos.
En ese sentido, no hay que olvidar que la falta de excitación durante la penetración, la mala educación sexual así como los problemas de ansiedad, emocionales, así como haber vivido experiencias traumáticas también pueden ser factores desencadenantes.
En este sentido, la principal recomendación en caso de sufrir dispareunia es consultar a tu médico para encontrar las causas físicas o psicológicas que pudieran estar provocando la resequedad vaginal, así como el dolor durante las relaciones sexuales.
Recomendaciones para relaciones sexuales sin dolor
En caso de que sea por cuestiones farmacológicas o el propio proceso de envejecimiento, lo más importante es acudir a tu médico para recibir un buen diagnóstico y tratamiento. Sin embargo también hay pequeñas acciones que puedes hacer para mejorar tu intimidad y tu salud en todo momento.
- En cuanto a las relaciones sexuales. Tómense el tiempo de crear un ambiente preliminar óptimo, los juegos, caricias y actividades que ayuden a alcanzar un óptimo estado de excitación será clave.
- Prueba posiciones sexuales que ayuden a que la penetración sea más placentera para ambos.
- Evita la penetración profunda.
- Utiliza lubricantes, especialmente si sufres resequedad vaginal. Aquí es importante aclarar que debes informarte en relación a la diferencia que hay entre un lubricante y un hidratante vaginal para equilibrar la flora y mucosa vaginal. No debes usar el hidratante vaginal para tener relaciones sexuales. Su función es sólo mantener la humedad en la vagina y el equilibrio entre la flora y la mucosa vaginal, no está diseñado para el coito.