Si bien la menstruación es un proceso que nos confirma que nuestro cuerpo está sano y listo para el embarazo, eso no significa que los efectos de los cambios hormonales no impactarán, en ocasiones, en el funcionamiento de nuestro organismo. Pero, sumado a ello, las presiones del día a día incrementan el estrés pudiendo exacerbar los síntomas del síndrome premenstrual (SPM) lo que hace que el ciclo menstrual se convierta en un generador de malestar.
¿Cuántas veces los cólicos y dolores abdominales han afectado nuestro día? Además, síntomas como dolor de espalda baja, náuseas, dolor de cabeza y hasta diarrea son los compañeros de este malestar potencializados por el estrés.
¿No sería increíble tener un remedio que nos ayude a evitar estos síntomas?, ¿no sería maravilloso superar esta incomodidad sin la necesidad de usar medicamentos? Bueno, pues te queremos contar que sí existe una alternativa, confirmada por la ciencia, para afrontar los dolores menstruales.
El estrés
El estrés es una respuesta natural del cuerpo frente a situaciones difíciles. Esta respuesta se presenta como un estado de tensión mental que puede afectar a nuestro cuerpo. En el caso particular del ciclo menstrual, el estrés puede alterar, incluso, nuestro periodo con retrasos en la menstruación, menstruación irregular, así como manchado de sangre entre periodos.
Esto sucede por que el estrés altera los niveles hormonales impactando directamente en la ovulación y la duración del ciclo. Además, está comprobado que el abuso físico, emocional y sexual tiene una relación con el SPM y el trastorno disfórico premenstrual (TDPM).
En ese sentido, el estrés puede aumentar los niveles de cortisol y de la hormona liberadora de corticotropina. Esto provoca que disminuya la producción de las hormonas reproductivas creando diversos malestares durante el periodo.
Controlar nuestros pensamientos
La meditación es una práctica milenaria que se ha usado a lo largo de la historia para beneficio de los seres humanos. De manera simple, la meditación es una práctica en la que concentramos nuestra mente en una idea específica para alcanzar un estado mental de claridad y tranquilidad.
Este ejercicio implica prestar atención plena a nuestra respiración mientras controlamos nuestros pensamientos a medida que surgen. Se ha demostrado que la meditación influye en el proceso menstrual aminorando la gravedad de los síntomas de SPM o TDPM. Además, la meditación también puede mejorar ciertos síntomas físicos como los calambres menstruales, el estado de ánimo y mejora en el sueño. Por otro lado, evita la retención de agua, así como síntomas en la menopausia como los sofocos y los sudores nocturnos.
En este sentido, las bondades de la meditación radican en que, al concentrarnos en un solo pensamiento, aprendemos a conectar con nuestro cuerpo y mente. Esto nos permite guiarlos para que, en vez de cerrarse y estresarse al luchar con estas molestias, consigamos relajarnos y dejar que nuestro organismo haga su trabajo.
Recuerda, la clave de una meditación que nos ayude a conectar y soltar está en la respiración. Por ello, lo más recomendable es que acudas con los especialistas encargados en guiar tanto tu mente como tu cuerpo en esta experiencia de plenitud y calma que te ayudará a controlar los malestares y síntomas de la menstruación.