Cuando observamos las fotos más recientes de Doris Lessing nos da la impresión de que es una viejecita encantadora, un poco excéntrica, con una mirada serena y profunda, una abuela entrañable. Supongo que es todo eso y aún mucho más, como una caja de Pandora.
Actualmente vive en Londres, lugar en donde reside desde los 36 años, misma época en la que inició su carrera como novelista, aunque en su juventud ya había vendido algunas historias para publicaciones sudafricanas. En este 2007 le fue otorgado el Premio Nobel de Literatura. A sus 88 años lo recibió con serenidad y un sentido del humor que nos habla del espíritu único de esta mujer, el cual se forjo a lo largo del siglo pasado, con sus tumultuosos cambios, derrumbes y resurgimientos y nos intriga aún más intentar descubrir a la escritora, a la mujer y al ser humano que es Doris Lessing.
Nació en Kermanshah, Persia (ahora Irán) el 22 de octubre de 1919 y creció en Rodesia (ahora Zimbabwe) al lado de sus padres y su hermano Henry.
A los 14 años abandonó la escuela y desempeñó varios oficios. Es durante este tiempo cuando empieza a escribir, aunque formalmente su carrera como novelista remontaría mucho después. A los 19 años se casa y tiene dos hijos, John y Jean. Este matrimonio dura 5 años y en 1944, tras su divorcio, vuelve a contraer nupcias con Gottfried Lessing, de quien toma su apellido y con quien tiene otro hijo. Ambos eran militantes del partido comunista (PC). Tras su segundo divorcio, Doris se muda a Londres con su hijo menor y es a partir de entonces que se dedica de lleno a la escritura.
En 1954 rompe definitivamente con el PC. En su obra se ve reflejado el dolor que esto le provoca, la desilusión y el desencanto se traducen en sus letras de manera intensa y conmovedora.
Autora de más de 40 libros, llama la atención particularmente El cuaderno dorado ya que muy a su pesar, se convirtió en icono del movimiento feminista. Según la propia Lessing y varios de sus críticos y seguidores, el objetivo fue desentrañar a las mujeres, pero sobre todo intenta escudriñar las relaciones entre las personas. A veces con tristeza o con indignación, esta magnifica escritora lamenta que su texto se halla interpretado como un panfleto feminista, dado que ‘los hombres y las mujeres no son tan diferentes’ según sus propias palabras.
Ha sido calificada como una escritora seria y comprometida que experimenta nuevas formas de escritura y evita a toda costa los estereotipos. Intensa, con una visión humanista del mundo, pletórica de ideas liberales y sin la intención de entretener. Una artista compleja, congruente con su mundo y con el camino que la vida le otorgó.
El hecho de haber sido galardonada con el Premio Nobel despertó tanto reacciones de júbilo y alegría como críticas agrias en el mundo de la literatura.
«Es una mujer encantadora, pero muy callada. Cada Navidad nos manda una felicitación. Tiene varios gatos y la veo cada mañana en el jardín dando de comer a los pájaros», según la describe una de sus vecinas. Recorrer su vida es una aventura, como una montaña rusa, leer el discurso que dio al recibir el Premio Príncipe de Asturias de las letras en 2001, despeja toda duda: es una hermosa y complejísima caja de Pandora… afortunadamente, para todas abierta.