¿Cuál es la diferencia entre un ultrasonido de mama y una mastografía?

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Detectar el cáncer de mama a tiempo puede marcar la diferencia entre un tratamiento curativo y uno paliativo. Por eso, los especialistas en imagenología mamaria insisten en la importancia de realizar una mastografía anual a partir de los 40 años, incluso cuando no hay síntomas.

Sin embargo, cada vez más mujeres reciben la recomendación médica de realizar también un ultrasonido de mama, un estudio complementario que permite observar con mayor detalle zonas que podrían pasar desapercibidas en la mastografía, sobre todo en mujeres con mamas densas o con antecedentes familiares de cáncer.

La mastografía detecta la mayoría de los cánceres de mama en etapas tempranas.

“La mastografía nos ofrece un panorama general del tejido mamario, mientras que el ultrasonido actúa como una lupa que nos permite examinar estructuras difíciles de visualizar con rayos X”, explica la Dra. Kelli Ha, radióloga de mama.

El ultrasonido mamario utiliza ondas sonoras, no radiación, y no requiere compresión del seno. Suele indicarse cuando se necesita:

  • Evaluar un hallazgo detectado en la mastografía.
  • Guiar una biopsia o estudiar una masa palpable.
  • Explorar mamas densas, donde los tumores pueden ocultarse entre el tejido.
  • Examinar problemas mamarios durante el embarazo o tras una mastectomía.

A pesar de sus beneficios, el ultrasonido no sustituye a la mastografía. Ambas técnicas se complementan: la primera detecta el cáncer en etapas iniciales, y la segunda ayuda a caracterizar mejor las lesiones.

“Las mujeres con mamas densas pueden beneficiarse del ultrasonido como complemento del tamizaje, pero nunca debe reemplazar a la mastografía anual”, subraya la especialista.

El Colegio Americano de Radiología y múltiples sociedades médicas coinciden en que la detección anual mediante mastografía reduce la mortalidad hasta en un 40%, al identificar tumores milimétricos que todavía no son palpables.

A pesar de sus beneficios, el ultrasonido no sustituye a la mastografía. Ambas técnicas se complementan.

Finalmente, los especialistas recomiendan

  • Realizar una mastografía cada año a partir de los 40 años.
  • Consultar al médico ante cualquier cambio en la forma, textura o secreción del seno.
  • Complementar con un ultrasonido si el radiólogo lo considera necesario.

El cáncer de mama sigue siendo la primera causa de muerte por cáncer en mujeres en México, pero la detección temprana salva vidas. Cuidar la salud mamaria no debe esperar.

Si la mastografía es un mapa del tejido mamario, el ultrasonido de mama sería como una lupa: sirve para explorar áreas difíciles de ver en la mastografía o para observar con mayor detalle algo que apareció en ella.

5 datos para recordar

  1. La mastografía detecta la mayoría de los cánceres de mama en etapas tempranas.
  2. El ultrasonido de mama no reemplaza a la mastografía, la complementa.
  3. Las mujeres con mamas densas pueden requerir ambos estudios.
  4. A partir de los 40 años, se recomienda una mastografía anual.
  5. La detección temprana puede reducir hasta en 40% la mortalidad por cáncer de mama.