Aunque es más común que se presente después de los 65 años, también puede manifestarse de manera temprana entre los 40 y 50 años. Se estima que en México hay una población de más de medio millón de personas que padece este mal, presentándose en mismo número de casos en hombres y en mujeres.
El Parkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa y progresiva más común a nivel mundial, después del Alzheimer. Aún se desconoce su causa pero se sabe que afecta ciertas partes del cerebro conocidas como sustancia negra, en donde se produce la dopamina. Esta sustancia está a cargo del control y coordinación del movimiento del tono muscular y la postura. Cuando falta es necesario reemplazarla con un medicamento.
Actualmente un paciente con Parkinson tiene que tomar hasta 20 pastillas diarias para controlar sus síntomas. Un 30 % de los pacientes podría no estar diagnosticado por el alto desconocimiento de la enfermedad, además de que se asocia como una enfermedad exclusiva de los adultos mayores.
Se caracteriza por tres síntomas que empeoran con el tiempo: Marcha inestable provocada por la lentitud o ausencia de movimiento (Bradicinesia/ Acinesia), rigidez que lleva a la inexpresividad facial, temblor en los brazos, piernas o cabeza; este síntoma es especialmente desgastante en la calidad de vida el paciente.
La enfermedad de Parkinson generalmente se complica con síndromes psiquiátricos como la depresión; que afecta hasta al 50 % de los pacientes, síndromes de ansiedad, ajuste, psicosis e incluso delirio. No hay una prueba para diagnosticar la enfermedad en etapas tempranas, es necesario identificar por lo menos dos de los síntomas motores.
Afecta significativamente la calidad de vida del paciente y de sus familiares; con el tiempo las tareas cotidianas como el escribir, el vestirse se vuelven muy complicadas, El habla puede verse afectada por la rigidez de la cara y en otros casos iniciar una actividad puede ser difícil, pero una vez que se inicia los pacientes se pueden mover demasiado rápido al grado de terminar casi corriendo.
Aunque hasta el momento no se ha encontrado una cura para la enfermedad, los avances médicos han sido evidentes; recientemente se ha lanzado al mercado una formulación de primipexol, que promete con una sola dosis al día obtener el control de los síntomas permitiendo al paciente continuar con sus actividades cotidianas, con esto se puede tener más apego al tratamiento pues evita el consumo de tantas pastillas al día. También se ha prestado más atención a los síntomas no motores resaltando principalmente la motivación y la depresión que inclusive pueden preceder los síntomas motores de la enfermedad.