Segúramente alguna vez alguien te han dicho que si quieres bajar de peso debes alejarte del pan, pero lo cierto es que este alimento es una fuente importante de carbohidratos, vitaminas y fibra, lo que lo convierte en un alimento fundamental en la cultura culinaria internacional.
Al dar un vistazo a la historia, se puede reconocer la importancia que el pan ha tenido en la vida humana. Desde el momento en el que el hombre dejó de ser nómada y se volvió sedentario pudo domesticar los cereales y con ello, el pan comenzó a formar parte de la alimentación de toda civilización.
Los primeros panes fueron elaborados sencillamente de cereales molidos mezclados con agua y cocinados sobre piedras calientes, algunos rastros arqueológicos demuestran la elaboración de panes ázimos desde el Neolítico. Algunos panes que actualmente se consumen son herencia de estas elaboraciones prehistóricas como el pan pita de los griegos, el naan de la India, el lavash de Medio Oriente y las mismas tortillas de México.
Por otro lado, el uso de las levaduras parece haberse implementado en el antiguo Egipto para lograr la elaboración de panes menos densos y con más volumen.
La nutrióloga Tania Aguilar, del Instituto de Nutrición y Salud de Kellogg’s, nos habla al respecto: “Desde el punto de vista nutricional, el pan forma parte de los alimentos básicos del Plato del Bien Comer ya que aporta carbohidratos y fibra a la dieta. Además, aporta proteínas de origen vegetal, vitaminas del complejo B como tiamina, riboflavina, niacina y piridoxina, así como fósforo, magnesio, calcio y sodio. Dependiendo de la elaboración puede contener una cantidad variable de grasas y de azúcares.”
Además, nos menciona que la cantidad de calorías que un pan contiene va a depender mucho de su elaboración. Si bien los panes más rústicos sólo utilizan agua, harina y sal, algunos otros añaden a la preparación mantequilla, azúcar o semillas, lo que los hace más calóricos. En general cualquier pan puede ser incorporado a una dieta sana, las porciones que se pueden consumir son las que varían de persona a persona. De acuerdo con la cantidad de energía que se requiera para el día, será el número de porciones recomendadas para cada persona.
En general si deseas seguir consumiendo pan y poder cuidar tu peso, vale la pena que optes por panes hechos con harina integral ya que éstos contienen más fibra, de igual forma, se recomienda consumir panes que no contengan una cantidad importante de grasas y azúcares, y por el contrario se elijan opciones más ligeras y bajas en calorías. A continuación te presentamos una tabla de algunos de los panes más consumidos y la cantidad de calorías que cada porción aporta:
Tipo de pan |
Kilocalorías |
Un bolillo |
183 |
Una rebanada de pan blanco de caja |
71 |
Un pan para hamburguesa grande |
195 |
Un pan árabe o pan pita |
170 |
Una telera |
189 |
Una tortilla de harina |
110 |
Una tortilla de maíz |
64 |
Un pan dulce (promedio) |
250 |
Un bagel |
195 |
Un cuernito o croissant |
345 |
Un bisquet |
236 |
Como ves la cantidad de calorías de cada tipo de pan es distinta y aunque en una dieta saludable todos los alimentos están permitidos en su debida proporción, si estás buscando bajar de peso quizás lo más aconsejable sea apegarte al consumo de los que contienen menos calorías. El pan forma parte de cualquier dieta saludable, así como de nuestra cultura y tradiciones. Recuerda que en la cantidad y en la combinación de los alimentos está la clave.
Acerca del Instituto de Nutrición y Salud Kellogg’s
El Instituto de Nutrición y Salud Kellogg´s® (INSK) es una institución que nace del compromiso que Kellogg Company ha tenido por más de 100 años hacia la salud y nutrición de los mexicanos.
EL INSK busca ser la institución líder en difusión de información y apoyo a la investigación científica nutricional para que los mexicanos puedan tomar las mejores decisiones en materia de nutrición y salud.
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