Por lo pronto, en el último siglo las mujeres avanzamos en favor de nosotras para sentirnos libres a decidir sobre nuestras vidas. Hasta el siglo pasado no se nos permitía votar, difícilmente estudiar, y que hubiera una madre soltera en una familia era una terrible vergüenza, por mencionar unos ejemplos.
Hoy podemos decidir ser profesionistas y no ser madres sin culpa alguna, o tener un hijo sin esposo y sacarlo adelante sin problema; o decidir ser madres al 100% de nuestro tiempo con todo el amor sin sentirnos menos por no trabajar fuera. También hemos avanzado en favor de ellos porque hoy los varones pueden ser sensibles y cariñosos sin parecer débiles; pueden peinar a sus hijas o preparar biberones o cambiar pañales sin sentir que pierden la hombría; ya pueden llorar sin ser señalados de mariquitas.
Pero eso en ciertos ámbitos, no en todos. Aún nos falta mucho. Y si no, por qué entre los jóvenes aún sigue siendo una ofensa aquello de que “corres como niña”, “pegas como niña,” o “sé hombrecito y no llores”.
Son expresiones que se dicen casi sin pensarlo pero hablan mucho del significado implícito: ser niña o ser mujer es ser débil, ser vulnerable, es ser menos, y “ser niño” es ser fuerte, valiente, dominante, ser imbatible; es una carga fuerte que también debe llegar a pesar en cierto momento para los hombres.
Hay un vídeo sobre esto de “corres como niña” que está circulando en redes sociales, y que se ha convertido en uno de los más vistos en internet. Digamos que está siendo un hit. Fue una idea grandiosa de los directivos de la marca de toallas femeninas Always que con dicho vídeo hacen ver cómo el estigma negativo de “corres como niña” aparece más bien en la pubertad y adolescencia; y lo pasamos de generación en generación, pues en la infancia la idea no les genera ningún ruido y el ´correr como niña´ es más bien positivo, sin diferencia frente a ´corres como niño´.
Prueben preguntando a una niña pequeña, y luego a una jovencita o jovencito mayor y verán cómo cambia la actitud frente a la frase. A las niñas pequeñas no les hace ningún ruido la frase de haces las cosas “como niña”, y es más bien a las y los jóvenes más grandes donde ya se utiliza para insultar. Tal parece que el sesgo negativo de “corres como niña” aparece en la adolescencia.
Supongo que dependiendo del círculo social en que cada quien se mueve, la frase puede tener un significado más o menos discriminatorio hacia las niñas. Les sugiero ver el vídeo porque está interesante lo que plantea:
https://www.youtube.com/watch?v=pQishDaKLdM
Ya es momento de que decir lo haces “como niña” tiene que tornarse algo positivo y dejar de ser como un insulto. Hacer las cosas “como niña” claro que lo podemos convertir en algo maravilloso, y creo que es posible quitarle el estigma negativo de que correr “como niña”, golpear “como niña”, lanzar la pelota “como niña”, y en general hacer las cosas “como niña” es ridiculizar a alguien. Ya deberíamos superar esta etapa y no utilizar más esas frases como algo ofensivo, como una agresión.
Es momento de cambiar las cosas, y si lo logramos estaremos dando un paso bien claro en favor de unas próximas generaciones más equitativas y con menos prejuicios y diferencias. Para mí, si se deja de utilizar esa frase sería una señal muy clara de que hay mayor equilibrio en las relaciones y de que ningún género está por encima del otro.