Al inaugurar el 2º Encuentro de Mujeres Cooperativistas la diputada Alliet Mariana Bautista Bravo, presidenta de la Comisión de Fomento Cooperativo y Economía Social destacó que ellas son “motor potente” para impulsar esta alternativa productiva viable para la nación y urgió a insertar la equidad de género en la economía social, a fin de visibilizar a las mujeres y su aportación al sector.
Resaltó la importancia de la Red de Mujeres Cooperativistas (RMC), como un espacio para discutir la problemática de la economía social, sus retos, perspectivas y vinculación con la actividad laboral de las mexicanas.
La participación de la mujer en la vida productiva nacional asciende al 40% de la Población Económicamente Activa (PEA); de ahí la necesidad de alentar la igualdad de género en la creación de más cooperativas, dijo.
Afirmó que “hay otra forma de hacer economía y establecer una organización productiva a través de las cooperativas”, en donde la participación femenina es fundamental para proyectar y potencializar la economía social.
El cooperativismo es un desafío que no puede negarse ante la realidad económica de México, por la falta de oportunidades, empleo, ingreso y productividad, sostuvo.
Bautista Bravo apuntó que para lograr una verdadera justicia social debe alentarse la solidaridad, responsabilidad, tolerancia y profesionalización, valores que pueden alcanzarse mediante la empresa social.
Indicó que en este esquema productivo se articulan las capacidades femeninas para transformar la práctica política, las concepciones del trabajo y ocio hacia una sociedad más justa y solidaria.
Destacó que a través de la RMC se tendrá un lugar permanente para debatir, impulsar un liderazgo y definir un plan de acción, para reconocer la aportación femenina a la vida productiva del país y alentar una mayor participación.
Al dictar la ponencia magistral “la Red de Mujeres Sindicalistas, en el espectro de la lucha por reivindicaciones de género”, la abogada Inés González refirió que esta organización se constituyó hace 17 años, en virtud de que el sindicalismo tradicional no ofrecía un espacio democrático para insertar a las mujeres a la discusión laboral en igualdad de condiciones.Recordó que la participación femenina en el sindicalismo se constriñe a las secretarías de Acción Femenil, para organizar eventos sociales, por lo que urgió a que los liderazgos laborales cambien su visión unilateral y la transformen a través de una perspectiva de género, en virtud de la importante aportación de las mujeres en la planta productiva.
Sólo con la inclusión de las mujeres en la vida sindical se podrá lograr mayor solidaridad en el mundo del trabajo en México, y en esa medida también en la democracia nacional, afirmó.
Consideró que se ha avanzado en atender la problemática laboral femenina; sin embargo, aseguró que falta mucho por hacer, a fin de superar la segregación, la precarización del empleo y del salario, la falta de oportunidades y reconocimiento, y el empleo feminizado que sufren todavía las mujeres mexicanas, sostuvo.
Destacó que mediante el cooperativismo se alienta la solidaridad laboral, donde la mujer juega un papel importante en la generación de una economía social más equitativa y justa.
Al término de la ponencia, se abrió un espacio a mesas de debate donde los integrantes de la Comisión de Fomento Cooperativo y Economía Social asesoraron a la RMC en la elaboración de su estatuto, declaración de principios y plan de acción.
Respecto al Proyecto de Declaración de Principios de la red, la diputada Gloria Bautista Cuevas señaló que las nuevas generaciones de cooperativistas no están educadas bajo principios solidarios.
“Erróneamente, consideran a las sociedades cooperativas como un ente económico que opera en el mercado. Ignoran que éstas tienen principios y valores que le dan razón de ser”, acotó.
Asimismo, sostuvo que estas agrupaciones requieren una mayor participación femenina en la toma de decisiones, ya que “nosotras somos pilares fundamentales en la vida interna de las cooperativas. Por diversas razones, nuestra visión y voz no ha ocupado los espacios de relevancia que merecen”.
En tanto, la legisladora Mariana Dunyaska García Rojas opinó que al conformarse una constitución jurídica de la RMC, se reconoce la lucha particular de cada una de sus integrantes. En tal sentido, al adquirir la figura de Asociación Civil, “las mujeres lograran más cosas juntas que separadas”, agregó.
El Proyecto de Estatutos de la RMC establece su denominación; patrimonio; clasificación, obligaciones y derechos de asociados; los órganos de su sociedad; constitución de su asamblea y consejo de administración, así como lo procedente en caso de disolución de la sociedad.
Por otra parte, destacaron el objetivo general del Plan de Acción de la Red, que propone impulsar un trabajo integral en todos los campos del cooperativismo, posicionando a la mujer como factor fundamental de cambio y transformación para promover a dicha figura asociativa.