[/media-credit] El senador Jesús Casillas Romero señaló que el alcohol mata a más adolescentes que todas las otras drogas combinadas.
Para que en los programas de estudio de educación básica se implementen asignaturas destinadas a la prevención del consumo de alcohol y lograr una etapa formativa, que a su vez sirva para que los jóvenes no incursionen en otro tipo de sustancias.
Ante el riesgo que causa el consumo inmoderado de alcohol, el senador Jesús Casillas Romero propuso modificar la Ley General de Salud para que las secretarías de Educación y de Salud se coordinen a efecto de que en los programas de estudio de educación básica se implementen asignaturas destinadas a la prevención del consumo de esta sustancia.
Lo anterior, bajo la consideración de que se trata de la droga de inicio que permite el acceso a otro tipo de sustancias dañinas para la salud intelectual y física de la juventud mexicana, advirtió.
Es por ello, que el objetivo de la iniciativa es superar la fase de programa preventivo en el consumo de alcohol, para elevarlo a una etapa formativa, que a su vez sirva para que los jóvenes no incursionen en otro tipo de sustancias.
El legislador por Jalisco subrayó que el alcohol mata a más adolescentes que todas las otras drogas combinadas y es uno de los principales factores que provocan la muerte entre jóvenes de 15 a 24 años, en accidentes, homicidios y suicidios.
Señaló que los jóvenes que beben alcohol son 7.5 veces más propensos a utilizar otras drogas ilegales y 50 veces más proclives a consumir cocaína.
Refirió que el 32% de las personas mayores de 12 años que bebían en exceso, también consumían drogas ilegales y que registros demuestran que prácticamente el 40% de los crímenes violentos ocurren bajo los efectos del alcohol.
Aseguró que las adicciones constituyen un lastre que arrasa al país en un complejo fenómeno que tiene consecuencias adversas en la salud, integración familiar, el desarrollo y la estabilidad social, pues lamentablemente se tiene registrado que al menos un 25% de los mexicanos de 12 a 60 años de edad consumen alcohol al grado de incurrir en patrones de riesgo.
Y si se le suma el uso del automóvil bajo los efectos del alcohol, las consecuencias fatales se recrudecen, manifestó.
Por ello, las aulas constituyen un elemento invaluable para fomentar la cultura de la prevención de adicciones, particularmente en el consumo de alcohol, al tratarse de una droga legal, de tal suerte, que los jóvenes deban estar conscientes de que el alcohol no deba sobrepasar de una alegre degustación en un consumo moderado de las festividades sociales, puntualizó.
