En el Senado de la República se propone que el seguro de desempleo sea un derecho para las madres solteras. Para tener este beneficio, las mujeres deberán haber cotizado al menos seis meses, a partir de su afiliación desde la fecha en que se devengó el último pago mensual y haber permanecido en condiciones de desempleo al menos 45 días naturales.

El senador, David Monreal Ávila, señaló este 7 de octubre del 2015 que en actual legislación mexicana no existe un seguro especial para las mujeres jefas de familia, que las proteja cuando pierden su empleo; por lo que consideró urgente se legisle para otorgar un seguro de desempleo a las mujeres.

Indicó que éste instrumento debe garantizar el desarrollo y bienestar de las féminas y sus familias, asegurar a la vez la protección de las trabajadoras asalariadas, en el sector formal de la economía, que hayan perdido su empleo, y crear las condiciones para su reincorporación a un trabajo.

Para este propósito, propone modificar el artículo 170 de la Ley Federal del Trabajo, a fin de establecer que el seguro de desempleo sea un derecho para las madres solteras o en estado de embarazo.

Señaló que, como requisitos para acceder a este beneficio, las mujeres deberán haber cotizado al menos seis meses a partir de su afiliación desde la fecha en que se devengó el último pago mensual de esta prestación y haber permanecido en condiciones de desempleo al menos 45 días naturales.

Indicó que con lo anterior se esperan beneficios económicos para las mujeres y sus familias, además de que se lograrán disminuir los altos índices de discriminación hacia ellas. Por ejemplo, las trabajadoras despedidas injustificadamente por estar embarazadas, podrán tener la certeza de que el Estado les otorgará el seguro de desempleo mientras consiguen otro trabajo.

Explicó que, por género, la tasa de desocupación en abril del presente año fue muy desigual: el desempleo masculino se ubicó en 4.08% de la Población Económicamente Activa (PEA), mientras que el femenino ascendió a 4.51%.

Ante esto, expuso que no es suficiente decretar la igualdad de género en la ley si en la realidad no es un hecho, por tanto para obtener resultados debe traducirse en oportunidades reales y efectivas para tener acceso a la educación, a servicios de salud, seguridad social y para acceder a un trabajo digno.

Consideró que si bien no se ha logrado generar empleos para madres solteras y mujeres embarazadas, el Estado mexicano tiene la obligación de implementar políticas públicas y programas que protejan a estas mujeres ante el desempleo.

Destacó que en México, el desempleo afecta considerablemente a las mujeres, sobre todo cuando son madres, debido a que existe un problema de equidad de género que todavía no se ha logrado superar, ya que muchas empresas siguen prefiriendo hombres en posiciones profesionales.

Sin embargo, según diversos especialistas, las mujeres pueden arreglar este problema administrativo de su tiempo, de su espacio, de su familia, por lo que tienen las capacidades para ocupar estas posiciones.