La falta de prevención es el principal motivo por el que las mujeres sufren de severos síntomas menopáusicos. De ahí la relevancia de conocer su estado de salud para contrarrestar los efectos de este padecimiento, destaca la doctora Marisol Morales Ballinas, ginecóloga adscrita al Hospital Regional “1° de Octubre” del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
Al respecto dijo que en los servicios médicos del ISSSTE se cuenta con una consulta especial denominada Clínica de Climaterio, en la cual se orientan y se atienden a las derechohabientes durante esta importante etapa de su vida. “Se les toman estudios de laboratorio y si ya están presentando síntomas clínicos de climaterio menopáusico, se les empieza a tratar de manera personalizada”, agregó.Explicó que la menopausia representa la etapa final de la reproducción de vida de una mujer, es decir que sus funciones ováricas cesan y se refleja en un descenso de las hormonas.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2014 la esperanza de vida para las mujeres aumentó en México a 77 años. Quiere decir que un mayor número de mexicanas alcanzan la edad promedio de la menopausia y parte importante de su vida con climaterios.
Estas cifras remarcan la importancia de los cuidados y atenciones que deben considerar las derechohabientes en esta etapa, subraya la doctora Morales Ballinas.
Las diferencias entre climaterio y menopausia, dice, son las siguientes:
- El primero son indicios que presentan las mujeres, como bochornos, sudoraciones, calores, dolor de articulaciones y cabeza, cambios en el carácter, disminución de lívido, entre otras.
- Mientras que la menopausia es el término de la menstruación; un año o más sin reglar, y puede ser de manera natural o por causas quirúrgicas como la extracción de la matriz.
A pesar de que mujeres de 45 años en adelante son las principales en presentar signos de climaterio, existe lo que se llama menopausia precoz, en mujeres de 36 años; esto ocurre cuando su ciclo menstrual inicia desde temprana edad.
De acuerdo con la ginecóloga, existen dos tipos de terapia para tratar el climaterio: la no hormonal y la hormonal; la primera se realiza a base de medicamentos derivados de plantas como la soya y queso tofu; “dependiendo de cada paciente se individualiza el tratamiento, al ser síntomas leves puede ser natural y en caso de que estos sean agudos, se utilizan las hormonas”, explica.
Según estudios de la Secretaría de Salud, existen avances científicos en endocrinología y farmacología reproductiva que ofrecen la posibilidad de prevenir y manejar la escasez de las funciones ováricas, además de diversos esquemas terapéuticos contemporáneos hormonales y no hormonales que han demostrado su efectividad en la prevención y control de síntomas y signos del síndrome climatérico, osteoporosis y atrofia urogenital, así como respuestas positivas ante factores de riesgo cardiovascular.
Múltiples áreas del ISSSTE trabajan en conjunto para brindarle una atención de calidad a las derechohabientes, pues durante esta etapa de vida la parte emocional se ve afectada, debido a la disminución hormonal, por lo que la doctora Morales resalta que las áreas de psicología y psiquiatría las apoyan para orientarlas en el tema y nivelar sus inquietudes.
Por ello exhorta a las pacientes a acudir a su clínica de medicina familiar para prepararse antes con complementos de calcio, vitaminas y/o estudios que ayudarán a determinar cuándo empezarán a sentir los síntomas; con acciones específicas como la orientación de los nutriólogos y activadores físicos sobre una alimentación correcta y activación física, a través de planes personalizados, y al mismo tiempo el equipo de salud les hablará de la importancia de evitar conductas de riesgo como alcoholismo y tabaquismo.
También en el primer nivel de atención se realizan tareas específicas para la atención de las mujeres en esta etapa de la vida a través de consejería, estudios de laboratorio y gabinete que permiten al médico familiar establecer el manejo adecuado, ya sea con terapia hormonal de reemplazo, o métodos naturales y, en su caso, con la referencia al 2º y 3er nivel de atención.