Luego de analizar durante un año a niños con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), especialistas del Hospital Infantil de México “Federico Gómez», descubrieron el circuito cerebral que por inactividad les provoca desórdenes de conducta.
En conferencia de prensa, el Jefe de Neurología del HIMFG, doctor Eduardo Barragán Pérez, dijo que este trastorno infantil tiene una prevalencia del 5.2% en la población, y afecta las áreas conductuales y cognitivas de los pacientes, que pueden derivar en problemas por abuso de sustancias, accidentes y violencia intrafamiliar.El estudio, presentado recientemente en Estados Unidos, comprueba que los pacientes que sufren el TDAH observan una carencia de redes neuronales, lo cual deriva en la siguiente sintomatología:
- “Hiperactividad”, que se manifiesta cuando el menor habla en exceso, no logra jugar en silencio, se levanta varias veces de su asiento en el salón de clases.
- “Inatención”, caracterizada por la desconcentración, no termina sus deberes, no logra organizarse, no se esfuerza, pierde y olvida cosas, además de distraerse con facilidad.
- O “Impulsividad”, en donde el niño contesta sin pensar, no espera su turno, interrumpe a los demás, y se entromete en cosas que no son de su incumbencia.
En el pasado se pensaba que este trastorno desaparecía al llegar a la adolescencia; sin embargo, hoy se sabe que en más del 50% de los casos persiste hasta la madurez, y que a diferencia de los trastornos psiquiátricos, sus manifestaciones se modifican a lo largo de la vida.
Este trastorno propicia problemas de conducta, cognitivos y motrices con graves consecuencias para el desarrollo personal, académico, laboral y social. Las personas con este padecimiento son proclives a cometer robos, generar violencia intrafamiliar, mentir, destruir bienes ajenos, lastimar a los animales, involucrarse en peleas, portar y usar armas, volverse adictos a diversas sustancias.
También, se ven involucrados en accidentes automovilísticos, inician tempranamente una vida sexual poco responsable, desarrollan graves trastornos afectivos.
Frente a esta situación, los investigadores del Hospital Infantil de México Federico Gómez (HIMFG) Eduardo Barragán Pérez, Pilar Dies Suárez, y Silvia Hidalgo Tobón, recurrieron al uso de modernas tecnologías como la Resonancia Magnética.
Barragán Pérez enfatizó la importancia de derribar los mitos generados en torno a la administración de medicamento a menores con déficit de atención, ya que está comprobado que no se destruyen neuronas ni se merman. “En cambio, las consecuencias de no tratar a niños con este trastorno son muy importantes, porque es responsabilidad de los padres mejorar las habilidades de los niños”, concluyó el médico.