“América Latina también se ve afectada por la cuarta revolución industrial, la cual surge del crecimiento de Big Data. En tan solo los 2 últimos años, se ha generado el 90% de todos los datos de hoy en día a nivel mundial. Esto tiene importantes implicaciones para el sector de la salud”, comentó Henk de Jong, CEO de Philips América Latina quien en el marco del pasado Foro Económico Mundial para América Latina en donde estuvo dialogando con jugadores clave del sector, incluyendo representantes de gobiernos y empresas relacionadas a la industria de la salud.
Henk de Jong, agrego que “Sin embargo, nuestro enfoque consiste en integrar soluciones a través de todo el contínuum de la salud para brindar un mejor acceso a la misma, con los mejores cuidados a los pacientes, reduciendo los costos de salud, y facilitando un cuidado personalizado”.Desde la perspectiva de Royal Philips, Henk de Jong nos comenta que considera que América Latina está atravesando un momento altamente desafiante en la historia del cuidado de la salud. Hoy, la empresa emite un llamado a todos los jugadores del sector – tanto proveedores, médicos, pacientes y gobiernos – para reconocer la importancia de mejorar las condiciones y el acceso, y hasta transformar al sector de salud con la adopción de tecnologías y una mayor actividad en las colaboraciones público-privada.
De acuerdo al primer Índice del Futuro de la Salud mundial, estudio comisionado por Philips para evaluar el estado de la preparación de los mercados para el cuidado de la salud, se revela que los mercados emergentes lideran en la adopción de tecnologías conectadas. Sin embargo, en países como Brasil, la calificación de preparación baja considerablemente en relación a las limitaciones de acceso, lo que lo posiciona en la penúltima posición de los 13 países a nivel mundial. Según este estudio, la tecnología sigue siendo un tema generacional, tanto para pacientes como para médicos. Más de la mitad (57%) de los pacientes entre 18 y 34 años reportaron tener un dispositivo de monitoreo de la salud, aunque solo 25% de ellos se sienten con el conocimiento sobre aparatos de saludo conectados. Esto en comparación con tan solo el 14% de aquellos de 55 años o mayores.
Hoy en día, hay más de 275 millones de pacientes hospitalizados se monitorean con equipos de Philips al año. Cerca de mil millones de personas en mercados emergentes tienen acceso a las soluciones de imágenes de diagnóstico de Philips y la empresa administra 18 perabytes de datos de imágenes para proveedores de salud. Sin embargo, en América Latina queda mucho camino por recorrer para la adopción de tecnologías que ayuden a impulsar un mayor mejoramiento de la salud. ¿Cómo lograrlo?
Colaboración Público-Privada: Fundamental para la transformación del sector
Philips considera que si bien algunos países en América Latina siguen realizando mejoras en el cuidado de la salud, es necesario realizar una transformación radical en los sistemas de la salud para poder realizar las metas de eficiencia y acceso. Las colaboraciones público privadas (PPP, por las siglas en inglés de public private partnership) son fundamentales para impulsar una mejora significativa en América Latina, agregó Henk.
De acuerdo a este estudio de PwC sobre PPPs en América Latina, las experiencias de PPP existentes, que si bien son emergentes en la región, han demostrado una necesidad de considerar e incorporar tecnología y equipos médicos en las etapas iniciales desde que se establecen los modelos de trabajo y contratos. En la región, Philips participa en la asociación público privada del estado de Bahía en Brasil, que ya realiza 183 mil exámenes en un año, con un costo menor al que se ofrece actualmente en el sistema público.
El negocio de Philips está enfocado en un nuevo modelo continuo de cuidado de la salud a través del “contínuum de la salud”: desde promover una vida saludable y la prevención de enfermedades, hasta el diagnóstico, el tratamiento y el cuidado en el hogar. “Las posibilidades para la adopción de tecnologías, como nuestras soluciones integradas, para co-crear el futuro de la salud a lo largo de América Latina y el Caribe son enormes. Creemos firmemente en su valor como herramientas para los programas personalizados de salud, la gestión de la salud pública, la adherencia a terapias, la prevención de enfermedades no comunicables que están en alto crecimiento, el monitoreo de embarazos, entre muchos otros. Estamos comprometidos en colaborar para que la región de mayores y sólidos pasos en la adopción de estas tecnologías”, concluye Henk.