La Cámara de Diputados aprobó el pasado 15 de diciembre de 2017 con 290 votos, el dictamen que reforma y adiciona diversas disposiciones de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, para reducir el uso de contaminantes orgánicos persistentes, denominados bifenilos policlorados. Fue enviado al Senado de la República para sus efectos constitucionales.

Se busca concientizar sobre las amenazas a la salud humana y al medio ambiente que representan la liberación cada vez mayor de sustancias químicas de origen sintético nocivas, pues se tiene responsabilidad de contribuir y adecuar el orden jurídico nacional, con el pleno objetivo de incentivar una cultura en la preservación del ambiente.

El documento, resalta la importancia de establecer medidas que no pongan en riesgo la salud de la población en general, ante los factores de presión y amenaza por el uso considerable de los contaminantes denominados orgánico persistentes y en particular, con los bifenilos policlorados, así como fortalecer las estrategias realizadas por México a efecto de lograr el cumplimiento a los tratados Internacionales de los que el país forma parte.

Los bifenilos policlorados pertenecen a un grupo de sustancias consideradas de atención prioritaria y que por su situación nacional e internacional requieren de un cuidado especial para disminuir sus impactos negativos en el ambiente y en la salud humana.

México es uno de los 5 países más ricos en diversidad biológica del mundo; por ello, es vital generar instrumentos de política pública que establezcan condiciones tangibles para el perfeccionamiento de las normas jurídicas que coadyuvan a los gobernados a garantizar la conservación y uso sustentable de la biodiversidad, así como garantizar adecuadamente la salud de las personas mediante la garantía de un ambiente sano.

Argumenta que la mayoría de los problemas de contaminación ocurren:

• Por el inadecuado tratamiento en el confinamiento y en la disposición final de los residuos peligrosos
• Por accidentes que ocurren mediante fugas, derrames y disposición de líquidos orgánicos inmiscibles -solubilidad de un líquido en otro- en cuerpos de agua, los cuales se describen como fases líquidas no acuosas y que se clasifican de la siguiente manera:
  • Densidad mayor que la del agua:
    • Solventes de percloroetileno y tricloroetileno
    • Sustancias como creosota, bifenilos policlorados
    • Algunos plaguicidas
  • Más ligeros que el agua, entre otros:
    • benceno
    • tolueno
    • etilbenceno
    • xileno