Comenzaré hoy diciendo que las relaciones sexuales son el encuentro físico más íntimo que pueden tener dos seres humanos, tanto en la vida de despiertos como en el mundo de los sueños.

En el mundo de la vigilia una relación sexual surge de un profundo deseo de unión y en la mayoría de los casos de entregarse voluntariamente a disfrutar con alguien que tiene ciertas cualidades y atributos y con quien existe de antemano una relación emocional tan satisfactoria que la intimidad física es la consecuencia inmediata, pero también puede ocurrir con alguien con quien no hay nada más que la atracción física. Más aun, hay casos en que una relación sexual no es deseada e incluso puede ser violenta o forzada.

En el mundo exterior conocemos la existencia de reglas morales, sociales y de algunas conductas que no están permitidas y que varían dependiendo de las diferentes sociedades, religiones y aún los usos y costumbres de los pueblos indígenas pero en el mundo interior en el que los sueños están incluidos, la lógica es completamente diferente en el sentido de que se pueden tener relaciones sexuales con cualquier persona.

Por esa razón es importante recordar que lo que sucede cuando soñamos es completamente simbólico y resulta inadecuado juzgar con las reglas morales del mundo exterior lo que está ocurriendo en el inconsciente del soñante.

Las personas tenemos en la consciencia diferentes habilidades, actitudes, formas de percibir, pensar y sentir que han sido aprendidas o que hemos desarrollado a través de la educación, la socialización y el ejemplo, pero es indudable que al mismo tiempo algunas de las cualidades y dones que trajimos al nacer en este mundo se pueden perder de vista en virtud de los mismos procesos aunque siguen activas en el inconsciente.

Esas partes de nuestra personalidad que han quedado fuera de nuestra consciencia pueden hacernos falta en determinadas épocas, momentos o situaciones para ayudarnos a resolver algún conflicto o para que seamos más completos pero como tal vez hasta las hemos olvidado, quien hace los sueños intenta hacernos conscientes de ellas a través de distintas formas de relaciones con otras personas que pueden ser de compañeros, de amistad y si de plano nos son muy necesarias, la relación simbolizada a través de un sueño es sexual.

Es común que los soñantes se sientan sorprendidos y asustados, por decir lo menos, cuando la persona con quien están sosteniendo una relación sexual en el sueño resultaría la menos adecuada o indebida, posiblemente hasta con alguien a quien detestamos profundamente o a quien no hemos visto por muchos años pero una vez más le recuerdo a quien está leyendo estas líneas que el mundo interior no tiene los mismos puntos de vista morales del mundo de estar despierto.

Así las cosas, en los sueños es posible tener sueño con familiares, con personas
desconocidas, con personas del mismo sexo o ver a nuestras parejas teniendo relaciones sexuales con gente a la que conocemos y que pueden ser nuestros amigos.

En conclusión no hay por qué sorprenderse y/o asustarse, todo lo que aparece en el sueño es nuestro y nos pertenece.

Lo que nos toca es reflexionar y discernir cuál es la actitud o el aspecto de la
personalidad de la persona con la que estamos soñando tener relaciones sexuales y tratar de incorporar en nuestra consciencia y manera de actuar, eso que es tan destacable en ella.

Por todo lo anterior es importante seguir considerando que para obtener información adecuada de un sueño, es necesario incorporar la situación que el soñante está viviendo mientras está despierto.

En la siguiente colaboración trataré el tema de los embarazos y los bebés que surgen durante la actividad onírica…

Mientras tanto… ¡Felices sueños!