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El director Médico del INPer, Norberto Reyes Paredes, explicó que esta condición es frecuente y en la mayoría de los casos es prevenible con la modificación de los hábitos alimenticios y la activación física apta para mujeres en gestación. Esta condición se caracteriza por presentar episodios de tristeza, llanto, ansiedad, cansancio, problemas para dormir y estrés, entre otros.
El especialista destacó la importancia de tener un control prenatal adecuado que incluya la detección de la depresión. Sin embargo, quienes están diagnosticadas con trastornos de ansiedad y depresión, deben tener cuidados especiales para llevar a buen término su embarazo.
El doctor Reyes Paredes explicó que es necesario que se realice este estudio -que es un sencillo cuestionario-, para buscar de manera intencionada este padecimiento, ya que durante la etapa de gestación puede pasar inadvertida.
La depresión posparto se presenta en 3 grados de intensidad: la más frecuente es la leve conocida también como Baby Blue, que afecta entre el 50 y el 80% de las madres, debido a los cambios hormonales. Se caracteriza por presentar episodios de tristeza, llanto, ansiedad, cansancio, problemas para dormir y estrés, entre otros.
El doctor Reyes Paredes dejó en claro que esta es una situación transitoria y común, pero desaparece entre 1 y 2 semanas después del alumbramiento sin necesidad de tratamiento.
En los casos de depresión posparto, se requiere de una valoración médica y de una intervención que puede ser con medicamentos antidepresivos. Esta condición se presenta entre el 15 y el 30% de las mujeres que han tenido bebés.
Los síntomas más frecuentes son la insatisfacción de cualquier actividad que se realiza, incluidos los cuidados al recién nacido. A este problema se le conoce como Anhedonia y se presenta en personas con diagnóstico de depresión o trastorno de ansiedad previos a la gestación o que han tenido alguna pérdida gestacional, familiar o a nivel laboral.
En el caso de la psicosis posparto se requiere un manejo interdisciplinario, hospitalización y uso de fármacos antisicóticos. Se presenta en el 0.1 a 0.2% de todas las mamás. Los factores de riesgos son muy parecidos a los que presentan depresión posparto. Sin embargo, las pacientes en esta condición están fuera de la realidad y pueden autoagredirse, lesionar a las personas a su alrededor o pensar que su bebé la quiere dañar.
El doctor Reyes Paredes indicó que quienes cursan por esta condición requieren una intervención interdisciplinaria, encabezada por los servicios de psiquiatría y de ginecología[.]