En el marco del Día Mundial del Parkinson, especialistas destacan los beneficios de la Terapia de Estimulación Cerebral Profunda, que puede reducir y controlar eficazmente los síntomas, para que los pacientes con esta condición puedan llevar una vida relativamente normal. En México 50 de cada 100 mil habitantes podrían desarrollar Parkinson.
La tecnología médica es un importante aliado en la atención del Parkinson, principalmente en pacientes con un deterioro progresivo y cuyo tratamiento con base en medicamento, puede ser complementario con un neuroestimulador cerebral. Así lo dio a conocer la Dra. Minerva López, neuróloga clínica con especialidad en movimientos anormales del Hospital General de México.El Parkinson es una alteración neurológica caracterizada por la pérdida prematura de algunas células del cerebro. Anteriormente se creía que esta enfermedad era propia de la vejez, sin embargo, se han presentado casos en personas jóvenes en las que afecta sin importar el género o raza. Además, recientemente se han encontrado algunos casos donde el factor genético influye; cabe mencionar que esta condición no es contagiosa y tampoco prevenible, pues se desconocen sus causas. Y si bien esta enfermedad dificulta el movimiento, no necesariamente causa parálisis. A pesar de ser una condición crónica y degenerativa que afecta significativamente al paciente y su familia, el Parkinson puede ser tratado y controlado eficazmente.
En el marco previo al Día Mundial del Parkinson, que se celebra el día 11 de abril, se estima que en México 50 de cada 100 mil habitantes podrían desarrollar Parkinson, una de las enfermedades neurológicas que más afectan la calidad de vida de las personas, según informes del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, «Manuel Velasco Suárez” [1].
A nivel mundial, el Parkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente que afecta aproximadamente a 6.3 millones de personas 2 , y para el año 2030 dicha cifra podría duplicarse, acorde a las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud [3].
Por ello, es importante resaltar que “actualmente no existe una cura para el padecimiento del Parkinson, sin embargo, existen terapias físicas, opciones farmacológicas y opciones quirúrgicas con neuroestimulador cerebral, que ayudan a controlar eficazmente los síntomas durante muchos años, lo que permite a los pacientes llevar una vida relativamente normal«, puntualizó la Dra. Minerva López.
Los síntomas del Parkinson comprenden aquellos de tipo motor: lentitud, mayor esfuerzo para mover las extremidades y la dificultad para caminar; así como síntomas no motores, entre los que se encuentran: los trastornos del sueño, dolor de articulaciones o espalda, estreñimiento, pérdida del olfato, depresión, ansiedad, problemas urinarios, entre otros [4].
La diversidad de síntomas, junto con una falta de información entre la población general, hacen que el diagnóstico de la enfermedad se retrase y consecuentemente se pospone el acceso a un tratamiento temprano, limitando prematuramente la calidad de vida [5].
En el encuentro con medios organizado por Medtronic, previo al Día Mundial del Parkinson, se detalló que los primeros síntomas que deben incitar a un paciente a buscar ayuda médica incluyen los anotados previamente además de tener en cuenta cambios sutiles en la forma de caminar, disminución en la expresión facial incluyendo el parpadeo, cambios en la escritura, disminución del volumen de la voz y dificultad para abotonarse la ropa [6].
En ese sentido, es importante mencionar que un neurólogo especialista en trastornos del movimiento cuenta con entrenamiento médico avanzado en el tratamiento de la Enfermedad de Parkinson.
Terapia de Estimulación Cerebral Profunda
Para los pacientes que ya han respondido a cierta medicación, pero que presentan deterioro progresivo, existe una terapia denominada Estimulación Cerebral Profunda (DBS por sus siglas en inglés de Deep brain stimulation), que consiste en un dispositivo implantado en el cerebroa través de un procedimiento quirúrgico para tratar el temblor, la rigidez, el movimiento lento y los problemas para caminar.
De acuerdo con la Dra. Minerva López, “la expectativa de vida promedio de una persona con Parkinson, generalmente es la misma que la de las personas que no la padecen, por lo que es necesario contar con alternativas de tratamiento adecuadas para las diferentes etapas de la enfermedad, así como para cuando los pacientes ya no responden correctamente a ciertos medicamentos”[.]
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