Un padecimiento que no siempre identificamos a la primera y hace que se vuelva un verdadero tormento el disfrutar en pareja de besos o caricias y hasta palabras.
La dispareunia es el coito o penetración dolorosa, por lo que es difícil sentir placer, de hecho, según la revista mexicana de urología, el 22% de las mujeres mexicanas de 20 a 50 años de edad reporta tener algún trastorno de la sexualidad relacionado con el dolor, explica Yao Peña, educadora de la sexualidad de Prudence y agrega que sólo 1 de cada 5 mujeres reportó haber hablado con su médico respecto a este trastorno.
Pero, ¿qué causa este dolor? la dispareunia se divide en 3 dependiendo del motivo:
- Superficial: himen perforado o rígido, Inflamación e irritación de los genitales externos, cicatrices de partos anteriores, atrofia vaginal posterior a la menopausia, lubricación insuficiente.
- Media: alteraciones de la vejiga o uretra, prolapsos genitales.
- Profunda: infecciones, tumores pélvicos o endometriosis y en algunos casos por deformaciones de la vagina y útero en retroversión (el útero está en otra posición).
Pero nos informa de otros factores, como son:
- Emocionales: como el temor, la presión por tener relaciones, o los nervios, hacen que se contraiga la musculatura perivaginal que dificulta la penetración.
- Por medicación: Se sabe que algunos medicamentos afectan el deseo sexual o la excitación, estos varían pero van desde antidepresivos, sedantes, antihistamínicos, etc.
- Adicciones y tratamientos: El tabaquismo o los tratamientos hormonales influyen en la disminución de estrógeno.
- Lo más común: la brevedad y la poca calidad del juego sexual antes de la penetración.
Algunas consecuencias relacionadas con la Dispareunia sin un tratamiento adecuado es el miedo a tener sexo vaginal o a no disfrutarlo de la misma forma, se conoce que el 41% de las mujeres de entre los 25 a 54 años ha reducido la frecuencia en el número de relaciones sexuales coitales como resultado del dolor (Dispareunia). Incluso algunas de estas mujeres entre los 29 años, reporta haberla padecido desde hace 6 años y solo 5 ha hablado de este trastorno con su médico.
Pero, no es el fin del mundo, la Dispareunia tiene más de una solución, y Yao nos comparte algunas:
- El primer paso es comunicarlo con nuestra pareja e identificar si el dolor es provocado por los nervios, temores traumas, entre más. En caso necesario, la terapia sexual ayuda mucho a identificar qué emociones pueden estar implicadas y traer buenos resultados con el tiempo.
- Si es dolor está relacionado con algún padecimiento o enfermedad, lo mejor es llevar un tratamiento adecuado para evitar la tensión en la musculatura perivaginal que pueda ser aplicado por un ginecólog@.
- Combinar algún tratamiento con productos que ayuden a mantener una buena lubricación, también es una opción recomendable, desde aplicar juguetes sexuales, lubricantes marca Prudence que tiene opciones de sabor y condones como los Prudence Full Sensitive cuya lubricación es interna y externa, permite una penetración con mayor suavidad.
En caso extremo de no encontrar una respuesta al problema, es cuestión de buscar otros profesionales que puedan hacer su propia valoración, pues la Dispareunia puede tener diversas causas. El tratamiento es personalizado y está estrechamente relacionado con los síntomas reportados por las personas, hay que resaltar que debe haber un seguimiento integral que incluya supervisiones médicas y psicológicas. Pero eso si, nunca renuncies a tu propio placer y comunica cualquier molestia a la primera[.]