El estudio fue realizado por investigadores de la Universidad del Sur de Dinamarca y la Universidad de Lyon 1 en colaboración con varios equipos internacionales para determinar si la esperanza de vida de hembras es mayor en animales mamíferos salvajes que en humanos.
En promedio, las mujeres viven más que los hombres: alrededor del 90% de las personas que cumplen 110 años o más son mujeres. El poseedor del récord actual es Jeanne Calment, que tenía 122 años, cuando murió en 1997.
Ahora, un nuevo estudio muestra que se encuentran diferencias aún mayores en la vida útil de los mamíferos salvajes. El mamífero salvaje femenino promedio vive 18.6% más que su contraparte masculina. En humanos la diferencia es «solo» 7.8%.
En el estudio se informa en el artículo «Sex differences in adult lifespan and aging rates of mortality across wild mammals» [1] (Diferencias de sexo en la esperanza de vida de adultos y tasas de mortalidad por envejecimiento en mamíferos salvajes) publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States (PNAS, Actas de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos).
Alces, orcas y ovejas
Fernando Colchero, profesor asociado y experto en bioestadística en el Centro Interdisciplinario de Dinámica de Población, Universidad del Sur de Dinamarca. explica que las mayores diferencias se encuentran en animales como:
- zarigüeya común
- león
- orca
- alce
- kudu mayor
- y oveja
Los investigadores compilaron datos demográficos de más de 130 poblaciones de mamíferos silvestres y pudieron estimar la longevidad promedio y la tasa de aumento en el riesgo de morir en función de la edad para ambos sexos.
Los análisis condujeron a resultados inesperados. En general, las hembras no solo viven más que los machos en mamíferos salvajes, sino que la diferencia en la longevidad entre los sexos, aunque es muy variable según la población, en la gran mayoría de los casos excede la diferencia observada en las poblaciones humanas.
Menor riesgo de mortalidad femenina durante la edad adulta
Para un estimado de la mitad de las poblaciones de mamíferos estudiadas, el mayor riesgo de mortalidad con la edad es en realidad más pronunciado en las hembras que en los machos, explica Fernando Colchero.
Estos resultados muestran que la mayor longevidad de las mujeres que de los hombres se debe probablemente a otros factores que afectan a las personas durante toda su vida adulta.
Para llegar a esta conclusión, Colchero y sus colegas calcularon la edad promedio de muerte, así como la tasa a la que la mortalidad aumenta con la edad.
¿Es la conducta masculina de riesgo una causa?
Existe una creencia común de que los hombres participan en competencias sexuales potencialmente peligrosas y viven vidas más arriesgadas que las mujeres, y que esto podría explicar su vida útil más corta.
Contrariamente a esta idea, este estudio revela que la intensidad de la selección sexual no modula directamente la amplitud de las diferencias de longevidad observadas entre los sexos.
Los resultados sugieren que las interacciones complejas entre las características fisiológicas específicas de cada sexo y las condiciones ambientales locales están en juego.
Vemos muchas variaciones en las especies estudiadas. Para algunas especies, los machos en realidad tienen la vida útil más larga. Dicho esto, hay una tendencia estadísticamente clara y hay una serie de explicaciones plausibles, dice Dalia Conde, profesora asociada y experta en conservación animal, del Departamento de Biología, Universidad del Sur de Dinamarca.
¿Por qué las hembras viven más?
Una explicación es que los machos a menudo son más grandes y ponen más energía en los caracteres sexuales, como el crecimiento de cuernos más grandes que las hembras. Esto requiere energía, y si los animales viven en un clima hostil, los machos pueden ser más vulnerables a estas condiciones ambientales extremas.
Un ejemplo es el borrego cimarrón (Ovis canadensis). Cuando estos animales viven en un entorno donde los recursos están constantemente disponibles, casi no hay diferencias en su esperanza de vida. Pero cuando viven en ambientes más duros, donde los inviernos son más severos, los machos viven vidas mucho más cortas.
Otra explicación es que los hombres producen más andrógenos (hormonas masculinas) que las mujeres. Los andrógenos modulan el rendimiento inmune y cuando están presentes en niveles altos, pueden afectar algunos aspectos de la defensa inmune, haciendo que los hombres sean más susceptibles a las infecciones y enfermedades[.]