Lorena Villavicencio Ayala, coordinadora de la Subcomisión de Atención a Feminicidios y Violencia contra las Mujeres de la Cámara de Diputos, señaló que el sistema de cuidados debe ser reconocido en la Constitución para que haya instituciones suficientes que aseguren el derecho a recibirlos y a brindarlos, pero que “no sea una obligación, sino una decisión absolutamente libre”.
Durante el cuarto conversatorio virtual “El derecho al tiempo propio y al cuidado digno”, la legisladora indicó que las mujeres no sólo requieren que se distribuyan las labores de los cuidados en el hogar, es decir que los hombres participen, sino que necesitan el apoyo del Estado. Enfatizó que es preciso observar “de manera integral el tema de cuidados”.
El sistema de cuidados debe ser el eje rector de los gobiernos, afirmó. Además, aseveró que las guarderías no son un capricho, sino un elemento que permite a las mujeres salir a trabajar y generar empleos para las profesionales del cuidado. “No solamente los hombres tienen proyectos de vida, también las mujeres, porque tenemos los mismos derechos”.
Afirmó que reconocer el cuidado es un acto de justicia. Por ello, recordó que presentó una iniciativa con el objetivo de establecer este derecho en el artículo 4º constitucional; sin embargo, dijo, se necesita presupuesto y de políticas que garanticen el acceso y ejercicio de este derecho, así como del tiempo propio. “Que el cuidar no sea una obligación, sino una elección«.
“El hecho de asumir solas estas labores nos ha impedido desarrollarnos no solo académicamente sino de tener un espacio para hacer lo que nos gusta realizar en la vida”, agregó.
Preguntó qué se requiere para crear las instituciones suficientes que ayuden a que todos tengamos el derecho al cuidado digno y al tiempo propio, y cómo diferenciar el tiempo propio del libre y qué componentes conforman este derecho.
Incluir en la Ley “el derecho al tiempo libre”
Pilar Alberti Manzanares, integrante de Las Constituyentes CdMx Feministas, reconoció que, aunque hay artículos sobre igualdad entre hombres y mujeres, es necesario establecer en la ley “el derecho al tiempo propio de las mujeres”. Habría que hacer cambios “en el artículo 3º, en el tema de educación; en el 6º, sobre derecho a la información; el 25, al medio ambiente sano; el 26, al desarrollo y en el 35, a la participación política”.
Habló sobre la pobreza de tiempo. Destacó la importancia de que la sociedad tome conciencia de que es una responsabilidad colectiva en donde el patriarcado tiene que involucrarse, porque es la raíz, y si no cortamos la raíz desde el patriarcado, cualquier ley o propuesta va a seguir repitiendo la subordinación. “Los valores patriarcales tienen que cambiar por un mundo sustentable, de cuidados”.
Recordó que Las Constituyentes proponen que las instituciones apliquen el 3de3; es decir, que no se contrate a un hombre que sea deudor alimenticio, hostigador sexual y agresor de violencia. Estaríamos “dando una serie de elementos para sociedades más igualitarias en donde el tema del cuidado es fundamental”.
Dijo que es necesario “despatriarcalizar” el trabajo doméstico y de cuidados reconociendo el tiempo propio de las mujeres; para ello, agregó, es relevante entender que este tiempo es un derecho humano que garantiza la libertad de las mujeres en todos los ámbitos de su vida. “Si éstas se liberan tendrán la libertad de decidir qué hacer con su tiempo de vida”.
Necesario, dar un nuevo valor a los cuidados
Eliza Gómez Sánchez, integrante de la Fundación Friedrich Ebert en México, explicó que el derecho al cuidado digno engloba todo aquello que sostiene la vida; es decir, lo que nos permite vivir el día a día, no sólo a las personas, también al medio ambiente. Dentro de esto se encuentran las actividades, los bienes, las relaciones que permiten asegurar el bienestar, tales como el alimento, el vestido y la salud.
Las personas somos dependientes de alguna forma y el acompañamiento, las relaciones de afecto y atención emocional, también están dentro de estos cuidados; por ejemplo, la interacción social, porque son esenciales para el desarrollo. “El derecho al cuidado digno se puede reclamar al Estado; es un derecho humano que se agrega a los de nuestra Carta Magna”, aseguró.
La legislación está en el camino correcto para hacer valer estos derechos en la Constitución, aunque, señaló, sólo sería el punto de partida y habría aún otros retos. América Latina es el que tiene más legislaciones para garantizar los cuidados. Sin embargo, el problema es que todas las políticas son focalizadas y centralizadas, sin una mirada de cuidados.
Es preciso reconocer el significado de los cuidados en la vida y darles un nuevo valor; se debe entender el valor de todos, desde un dentista hasta quien recoge la basura. Las actividades esenciales demuestran la importancia de las personas[.]