El temblor y la lentitud, signos característicos de la enfermedad de Parkinson se presentan cuando se ha perdido al menos 60 por ciento de las neuronas dopaminérgicas que controlan el movimiento. Sin embargo, en etapas iniciales los signos pueden ser sutiles y limitados a una parte del cuerpo, situación que puede retrasar el diagnóstico, explicó el doctor José A. Obeso, investigador del Departamento de Neurología de la Universidad de Navarra, España.
Dicha situación podría ser el reflejo de la realidad que enfrentan cerca de 500 mil mexicanos con enfermedad de Parkinson, debido a que muchos pacientes acuden tardíamente a una evaluación neurológica. Es importante que ante la presencia de temblor en alguna mano o pierna, dificultad para realizar movimientos, alteraciones del equilibrio o torpeza al caminar, comer, vestirse, acudan con el neurólogo, a fin de lograr un diagnóstico y tratamiento oportuno, reconoció la doctora Minerva López, neuróloga del Hospital General de México.
En el marco del “Simposio: Actualidades y Controversias en Trastornos del Movimiento”, avalado por el Consejo Mexicano de Neurología y la Academia Mexicana de Neurología, los especialistas coincidieron en la necesidad de promover la identificación temprana y ofrecer un tratamiento adecuado para que el paciente con enfermedad de Parkinson continúe con una óptima calidad de vida.
La doctora Minerva López reveló que de tres a diez años antes que se manifiesten los síntomas motores de la enfermedad de Parkinson (temblor en reposo, rigidez, lentitud en movimientos y deterioro del equilibrio), las personas con este trastorno presentan síntomas no motores como: depresión, pérdida del olfato, ansiedad, deterioro de la visión cromática y pesadillas frecuentes acompañadas de movimientos bruscos.
“Es fundamental que en cuanto se identifiquen al menos dos síntomas del padecimiento, la persona acuda con un neurólogo para obtener un diagnóstico oportuno y un tratamiento adecuado que permita el control de esta enfermedad”, subrayó la integrante de la Academia Mexicana de Neurología.
Lamentablemente, agregó el doctor José A. Obeso, el retraso en el diagnóstico y el inicio tardío del tratamiento condiciona una peor evolución de la enfermedad de Parkinson. Por ello, es fundamental realizar un diagnóstico temprano, seguido de un tratamiento integral, sólo así se impide el rápido avance del padecimiento y el deterioro de las funciones motoras.
“Y es precisamente que estamos reunidos con los neurólogos de México para compartir la experiencia internacional respecto al manejo del paciente con enfermedad de Parkinson a través de una innovadora terapia de liberación prolongada, cuya molécula, pramipexol, ha demostrado con una sola toma al día, controlar los síntomas motores, depresivos y motivacionales de manera eficaz y segura”, destacó el neurólogo español, también profesor de la Clínica Universitaria en Pamplona, España.
“Anteriormente, los pacientes con enfermedad de Parkinson debían consumir un promedio de 10 píldoras cada día para controlar los movimientos involuntarios, además de otros medicamentos; generando confusión, descontrol y olvido en su toma. Dicha situación provocaba episodios conocidos como “on/off”, en los cuales el paciente es incapaz de moverse”, explicó.
Por ello, destacó la doctora Minerva López, contar con un tratamiento de una sola toma diaria disminuye considerablemente estos problemas, mejorando el apego al medicamento para un eficaz control de los síntomas. Además – agregó – pramipexol de liberación prolongada, también controla los síntomas de la depresión, que afecta a 50% de las personas con enfermedad de Parkinson.
Ante la comunidad de neurólogos del país, el doctor José A. Obeso reconoció la necesidad de fomentar la discusión en torno a los trastornos del movimiento, particularmente la enfermedad de Parkinson, y unificar criterios clínicos respecto al diagnóstico y tratamiento de este padecimiento en México.