En los últimos años se han incrementado los casos de infertilidad en nuestro país. Datos estadísticos muestran que un 30 % de las causas están dadas por secuelas de infecciones de transmisión sexual como la Clamidia. Esta enfermedad, cada vez más frecuente, es ocasionada por la bacteria Chlamydia Trachomatis y puede dañar los órganos reproductivos de la mujer y del hombre si no se trata adecuadamente. En las mujeres la bacteria afecta inicialmente el cuello uterino y la uretra. Algunos síntomas pueden ser flujo vaginal anormal y sensación de ardor al orinar. La mayoría de las personas que la presentan no tienen síntomas cuando la infección se propaga del cuello uterino a las trompas de Falopio, haciendo que éstas cicatricen. La cicatrización de las trompas afecta el paso de los espermatozoides y del óvulo dificultando su unión para la fertilización. Esta complicación está presente en un 50% de las mujeres infértiles. En los hombres, las principales consecuencias de la clamidia son la uretritis (ardor y dolor al orinar) y la posible alteración en la movilidad espermática disminuyendo su fertilidad.