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Cada 9 de agosto se conmemora en México el Día Nacional de la Lucha contra el Cáncer Cervicouterino, un recordatorio urgente de que esta enfermedad aún representa una de las principales causas de muerte en mujeres mexicanas.
Aunque es casi 100 % prevenible, el cáncer cervicouterino es el segundo más diagnosticado en mujeres y también la segunda causa de muerte por cáncer en nuestro país. ¿La razón? La detección llega tarde.
Según datos del IMSS, en 2023 solo el 31.5 % de las mujeres de entre 25 y 64 años se realizó una prueba de Papanicolaou, y apenas el 16 % una prueba de VPH, cifras muy por debajo del 70 % recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

¿Qué está pasando?
En palabras de Mercedes Gutiérrez Smith, CEO de Timser Group, laboratorio mexicano especializado en salud femenina:
“Debemos continuar con la labor de explicar a las mujeres mexicanas, particularmente de zonas vulnerables, qué es y qué implica el cáncer cervicouterino y darles acceso a alternativas cómodas y seguras que les permitan detectarlo a tiempo”.
Y es que entre el 95 % y 99 % de los casos están relacionados con el Virus del Papiloma Humano (VPH), que se transmite por contacto sexual. Factores como el tabaquismo, embarazos múltiples, uso prolongado de anticonceptivos, sistema inmune debilitado o antecedentes familiares, aumentan el riesgo.
El gran reto: no da síntomas al inicio
Uno de los mayores peligros del cáncer de cuello uterino es que, en etapas tempranas, no presenta síntomas. Por eso, 7 de cada 10 mujeres que llegan a tratarse lo hacen en etapas avanzadas, cuando el tratamiento es más complejo, más costoso y con menor probabilidad de éxito.
Innovar para prevenir: ¿una prueba en sangre?
Ante este panorama, Timser Group ha desarrollado Preventix, la primera prueba en sangre para la detección temprana de factores de riesgo de cáncer cervicouterino.
Esta prueba, basada en biomarcadores, tiene una efectividad superior al 85 % y no sustituye al diagnóstico médico, pero sí funciona como una herramienta de alerta clínica para tomar decisiones más informadas y actuar a tiempo.
“La desigualdad en el acceso, la necesidad de innovación en la salud de la mujer y la visión de crear herramientas de tamizaje dignas y eficaces que reduzcan las muertes en México y el mundo son más urgentes que nunca”, afirmó Gutiérrez Smith.
Dicha prueba ya cuenta con patente en más de 20 países, y representa una opción accesible y cómoda para miles de mujeres, especialmente en zonas donde el acceso a pruebas tradicionales es limitado.
¿A qué edad debo hacerme pruebas?
Aunque el cáncer cervicouterino es más común entre los 35 y 55 años, puede aparecer antes o después. Por eso, las pruebas de tamizaje como el Papanicolaou y la detección del VPH deben formar parte de tus chequeos de rutina desde los 25 años, o antes si hay factores de riesgo.

Detectar a tiempo puede salvar vidas
Prevenir el cáncer cervicouterino es posible. Pero para lograrlo, necesitamos:
- Acceso a información clara
- Métodos de detección cómodos y accesibles
- Campañas que lleguen a todas las mujeres, sin importar su contexto
- Y sobre todo, romper el miedo o la indiferencia hacia el cuidado de nuestra salud íntima.
Este 9 de agosto, hablemos del cáncer cervicouterino sin tabúes, sin culpas y con la firme convicción de que prevenir es posible.