El cáncer de ovario es diagnosticado anualmente en cerca de un cuarto de millón de mujeres a nivel mundial. La Dra. Jamie Bakkum-Gamez, del Departamento de Obstetricia y Ginecología de Mayo Clinic responde algunas de las preguntas más frecuentes de este tema.
Anualmente 250 mil mujeres en el mundo son diagnosticadas con cáncer de ovario. Para la Dra. Jamie Bakkum-Gamez del Departamento de Obstetricia y Ginecología de Mayo Clinic en Minnesota, Estados Unidos, conocer si existe una mutación genética podría ayudar a otros miembros de la familia, tanto mujeres como hombres, a determinar su riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer.Al año 250 mil mujeres en el mundo son diagnosticadas con cáncer de ovario. ¿Qué nos podría decir acerca de esto?
En Estados Unidos, 1 de cada 72 mujeres desarrollará cáncer de ovario en su vida. Cerca del 75% de los cánceres de ovario son diagnosticados en una etapa avanzada (etapa III o IV). El tratamiento es una combinación de cirugía para extirpar todo el cáncer que sea posible, seguido de quimioterapia. En algunos casos, la quimioterapia puede ser administrada primero, acompañada por cirugía y quimioterapia adicional. En aproximadamente el 95% de las mujeres diagnosticadas con cáncer de ovario, se recomienda el tratamiento con quimioterapia como parte de la terapia contra el cáncer. La quimioterapia no se recomienda sólo en un pequeño porcentaje de mujeres: aquellas que son diagnosticadas con un cáncer de ovario etapa I de lento crecimiento.
¿El cáncer de ovario presenta síntomas? Cuando esos síntomas están presentes, ¿es muy tarde para el tratamiento?
El cáncer de ovario tiene síntomas, aunque son vagos, incluso en el contexto de la etapa avanzada del cáncer (etapa III y IV). Estos síntomas pueden estar presentes en la etapa temprana del cáncer de ovario. Los 4 síntomas más comunes son:
- hinchazón abdominal o distensión,
- dolor abdominal o pélvico,
- sentirse satisfecha rápidamente al comer (saciedad prematura),
- y cambios de la vejiga o el intestino.
Si estos síntomas ocurren a diario durante dos o tres semanas, deberías ver a tu doctor para una evaluación. Incluso en el contexto de un cáncer de ovario etapa III o IV, el tratamiento con cirugía y quimioterapia puede ser curativo.
¿Cuántos tipos de cáncer de ovario existen y cuál es el más agresivo?
Hay tres orígenes principales para el cáncer de ovario, sea desde el interior del ovario o del entorno a su alrededor: el estroma (parte interna de sostén que mantiene unido al ovario), las células germinales (células que rodean los óvulos del ovario), y el epitelio (revestimiento exterior del ovario que también se encuentran en el interior y exterior de la vecina trompa de Falopio). Los cánceres estromales tienden a ser de lento crecimiento y la mayoría son tratados únicamente con cirugía. Los cánceres de las células germinales se presentan con mayor frecuencia en mujeres jóvenes y niñas, y cuando están en etapa temprana pueden tratarse sólo con cirugía. Estos cánceres son también muy sensitivos a la quimioterapia y a la radiación, por lo que los cánceres de células germinales en etapa avanzada todavía pueden ser curables con estos tratamientos.
En tanto que el cáncer de ovario más común (95% de todos los cánceres de ovario aproximadamente) es el cáncer de ovario epitelial y tiene 4 subtipos histológicos:
- seroso
- endometrioide
- de células claras
- y mucinoso.
El subtipo más común es el seroso (75% de todos los cánceres epiteliales aproximadamente) y se presenta con mayor frecuencia en las etapas avanzadas (III o IV). Este subtipo es muy sensible a la quimioterapia.
La investigación ha demostrado que en realidad puede surgir de la mucosa de la vecina trompa de Falopio. Como tratamos el cáncer de ovario y el de las trompas de Falopio con la misma cirugía y quimioterapia, este descubrimiento no cambia necesariamente el tratamiento. Los cánceres endometrioides tienden a ser de más lento crecimiento que los cánceres serosos y también suelen ser diagnosticados con mayor frecuencia en etapas tempranas. Los cánceres de células claras también son diagnosticados con mayor frecuencia en etapas tempranas, pero tienden a ser más resistentes a la quimioterapia. Es importante evaluar si existe una fuente gastrointestinal como cáncer primario en las mujeres diagnosticadas con cáncer de ovario mucinoso, ya que algunos de estos cánceres son en realidad metástasis del apéndice, colon, estómago u otra parte del tracto gastrointestinal.
¿Cuál es el mejor camino para detectarlo a tiempo? ¿Aumenta la supervivencia con un diagnóstico temprano? ¿Por qué?
En la actualidad no tenemos un examen de detección para el cáncer de ovario. Los cánceres en etapa temprana pueden tener síntomas dispersos, como mencioné anteriormente, y si estos síntomas están presentes diariamente o casi a diario por cerca de 2-3 semanas, la mujer debería ser evaluada por su doctor. Esta es nuestra mejor manera de detección, por ahora, en la población femenina en general. El Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de Estados Unidos (USPSTF, por sus siglas en inglés) no recomienda que se detecte el cáncer de ovario en la población femenina en general. En el Reino Unido están realizándose estudios clínicos para determinar la utilidad de la combinación de un examen de sangre con la ecografía, tanto en mujeres con alto riesgo (debido a una mutación genética como BRCA1 o BRCA2 o fuertes antecedentes de cáncer de ovario o de mama en la familia) como en la población femenina general. Los resultados de este estudio se esperan para este año o el 2016.
En efecto, el diagnóstico en una etapa temprana mejora la sobrevivencia. El cáncer de ovario en etapa I está confinado al ovario, y el que se encuentra en etapa II indica que sólo se ha dispersado a estructuras vecinas como las trompas de Falopio, el útero o el revestimiento de la pelvis adyacente al ovario. Estos cánceres tempranos tienen una probabilidad más alta, entre todos los cánceres visibles y palpables, de que el cáncer sea extirpado con la cirugía, y mientras menos cáncer queda, más efectiva es la quimioterapia.
Las mujeres, en general, temen a las mamografías y al examen de Papanicolaou. Las campañas para prevención del cáncer no incluyen ecografía transvaginal. ¿Sobre qué podemos enfatizar para promover la prevención del cáncer de ovario?
La ecografía transvaginal no ha mostrado ser efectiva en la detección temprana del cáncer de ovario y tampoco ha mostrado mejorar la sobrevivencia de cáncer de ovario. Como mencioné antes, estar alerta a los síntomas asociados con el cáncer de ovario y ser evaluada por su médico si estos síntomas persisten por dos o tres semanas es el mejor medio de detección que tenemos actualmente.
Entre las mujeres que tienen alto riego de cáncer de ovario (fuertes antecedentes familiares de cáncer de ovario y mama o heredaron un gen asociado con cáncer de ovario como BRCA1 o BRCA2 u otros), la Red Nacional Integral del Cáncer (NCCN, por sus siglas en inglés) recomienda la vigilancia (aún no considerada un examen de detección) con exámenes de sangre CA‑125 cada seis meses y ecografía transvaginal hasta que termine la edad reproductiva.
La cirugía para reducir el riesgo mediante la extirpación de los ovarios y las trompas de Falopio ha demostrado que disminuye los fallecimientos por cáncer de ovario porque lo previene en este grupo de mujeres de alto riesgo. Es importante destacar que esto es sólo para las mujeres consideradas con alto riesgo de desarrollar cáncer de ovario. Quizás uno de los aspectos más importantes de la concienciación sobre el cáncer de ovario es el entendimiento de los propios antecedentes familiares. Si hay parientes consanguíneos que tienen cáncer de ovario, mama o cáncer de próstata o melanomas en una familia, se justifica una asesoría genética y considerar exámenes genéticos.
Un porcentaje de cáncer de ovario aumenta por los genes BRCA1 y BRCA2. ¿Se debe recomendar en estos casos la extirpación de los ovarios?
Tener la mutación del gen BRCA1 o BRCA2 aumenta el riesgo de una mujer de tener cáncer de ovario. Estos genes también aumentan el riesgo de cáncer de las trompas de Falopio. Cerca del 40% de las mujeres con la mutación del gen BRCA1 ya habrá desarrollado un cáncer de ovario a la edad de 70, en tanto que más del 11% de las mujeres con la mutación del gen BRCA2 ya lo habrá desarrollado a la misma edad. Además, hay varios otros genes que han sido relacionados con el desarrollo de cáncer de ovario. Estos genes son heredados y pueden ser transmitidos por la madre o el padre, tanto a una hija como un hijo. Es así como, mujeres y hombres pueden ser portadores de los genes BRCA1 o BRCA2. Los hombres con esta mutación genética tienen más riesgo de cáncer de seno masculino, cáncer de próstata y otros cánceres ligados a esos genes. Entre las mujeres con mutación de los genes BRCA1 o BRCA2, recomendamos la vigilancia, como mencioné antes, cada 6 meses con exámenes de sangre CA‑125 y ecografía transvaginal hasta que termine la edad reproductiva. Una vez que esto sucede, se recomienda la cirugía de extirpación de ovarios y trompas de Falopio para reducir el riesgo. Entre las mujeres con mutaciones del gen BRCA1, esto se recomienda entre los 35 y 40 años; entre las que tienen mutaciones del gen BRCA2, se recomienda realizarla entre los 40 y 45.
¿Hay algo importante respecto al tema que a usted le gustaría agregar?
Cerca del 20% de los cánceres de ovario son secundarios a una mutación genética heredada (BRCA1, BRCA2, u otros genes asociados). Todas las mujeres diagnosticadas con cáncer de ovario deberían ver a un consejero genético o a un genetista y se les debería ofrecer pruebas genéticas. Conocer si existe una mutación genética podría ayudar a otros miembros de la familia, tanto mujeres como hombres, a determinar su riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer. Además, puede ser de utilidad para las mujeres con cáncer de ovario comprender si están en riesgo de otros cánceres, como el de mama; y saber si la mutación BRCA está presente en una mujer con cáncer de ovario, puede también ayudar a diseñar su tratamiento, ya que existen fármacos para quimioterapia que apuntan específicamente a las vías del gen BRCA.