El cáncer de piel puede prevenirse y, si se detecta a tiempo, es curable.
Como sucede con la mayoría de los cánceres, el cáncer de piel puede prevenirse y, si se detecta a tiempo, es curable. Aunque parezcamos disco rallado de tanto repetirlo, en verdad no hay nada mejor que la prevención.
En el caso del cuidado de nuestra piel, los especialistas recomiendan realizarnos una autoexploración de todo nuestro cuerpo donde analicemos la aparición de nuevos lunares y pecas, el crecimiento de los que ya se tienen identificados, así como el cambio en la tonalidad de todos ellos. Y esto último es muy importante (sobre todo en el caso de niños) porque podemos estar a tiempo de evitarles males muy mayores en el futuro.
Ante cualquier duda la sugerencia es acudir con un dermatólogo, mismo que puede realizar una dermatoscopía para comprobar si el lunar tiene células cancerígenas.
Otra forma de prevención es la visita anual al dermatólogo, sobre todo quienes cuentan con antecedentes de cáncer de piel en su familia o melanoma maligno, y también para aquellas personas que suelen sobreexponerse al sol por cuestión de trabajo o por el gusto de mantener bronceada la piel. Las personas que tienden a desarrollar demasiados lunares también elevan su factor de riesgo y tendrían que recurrir anualmente al especialista en piel.
Con motivo del Día Mundial del Cáncer este 4 de febrero, los expertos de Bio-Oil –un aceite especializado para el cuidado de la piel- nos presentan las siguientes
Recomendaciones
- Se recomienda tomar el sol diariamente por tres minutos y evitar exponerse a los rayos entre 10:00 AM y 4:00 PM.
- Cubrirse con ropa que tenga tejido cerrado.
- Usar sombrero de ala ancha y gafas de sol con protección del 99%-100%
- Aplicar una protección solar 30 minutos antes de exponerse al sol.
- Mantener la piel humectada.
- Examinarse mensualmente la piel de pies a cabeza, utilizar un espejo para las partes donde es difícil la observación.
- Hacerse un examen profesional de piel cada año.
- Fomentar una cultura sobre el cuidado de la piel desde la niñez. Estudios señalan que la protección en edad pediátrica evitará en un 78% el desarrollo de cáncer de piel en adolescentes y adultos.
En caso de haber sufrido una sobreexposición solar, es importante recuperar la humectación de la piel con aceites especializados, además de beber abundantes líquidos y acudir al dermatólogo si el daño a la piel es severo.
Hay que precisar que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud el cáncer de piel genera dos millones de diagnósticos en todo el mundo y estima que en el 2020, 10.3 millones de personas en el mundo fallecerán por cáncer.
El cáncer de piel se incrementa debido al adelgazamiento de la capa de ozono, así como la exposición constante al sol y a la radiación UV.
Hay tres tipos de cáncer de piel
En México el cáncer de piel se encuentra en el segundo lugar de frecuencia, los hombres ocupan el primer lugar en contraerlo, mientras las mujeres el tercero, según la Fundación Mexicana para la Dermatología A. C. (FMD). En el cáncer de piel las células malignas invaden cualquier parte del cuerpo, suele comenzar en la epidermis.
Se reconocen tres tipos de cáncer de piel: carcinoma basocelular, epidermoide y melanoma maligno.
El carcinoma basocelular es el más común; ataca a personas adultas con piel clara y avanza lentamente. Se manifiesta sobre todo en cara, como una elevación de la piel en tono oscuro, rojizo e incluso color piel; no causa molestia ni dolor.
En segundo lugar está el carcinoma epidermoide que es más agresivo, se ubica en cuero cabelludo, cara, orejas, labios, manos, escote y el área genital. Los estudios señalan que quienes más lo padecen son las personas adultas con piel blanca.
Finalmente se encuentra el melanoma maligno, que aunque es menos frecuente es el más peligroso, ya que puede causar la muerte. Un 5% de las personas que son diagnosticadas con cáncer de piel, padece este tipo de cáncer, el cual suele aparecer como un lunar o una mancha y empieza a crecer hasta que convertirse en un tumor.
