Síndrome genitourinario en la menopausia: síntomas que no debes ignorar y cómo tratarlos

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¿Tienes dolor al tener relaciones sexuales más allá de si hay o no deseo sexual? ¿Notas que te afectan con más frecuencia infecciones vaginales o incluso urinarias? Y además, con la resequedad vaginal que se ha instalado desde la menopausia, ¿muy seguido sientes picazón, ardor o irritación, y pareciera que no hay nada que lo alivie?

Todo eso tiene un nombre: síndrome genitourinario, un padecimiento que afecta a la mayoría de las mujeres posmenopáusicas, en un porcentaje que puede llegar incluso al 90 por ciento.

“El síndrome genitourinario o urogenital está asociado a la depresión de estrógenos que tenemos en la menopausia todas las mujeres. Y como los estrógenos son los encargados de la lubricación y la hidratación de la mucosa vaginal, cuando están por debajo de lo que deberían, empezamos a tener resequedad vaginal o atrofia vaginal, que es el término médico”, explica la doctora Fabiola Brito Sandoval, médica especialista en Ginecología y Obstetricia.

Y sí, resulta que me convertí en parte de esa estadística. Como les platicaba en la entrega anterior, estaba en el proceso de encontrar mi nueva médica de cabecera y finalmente encontré a la doctora Brito (después de años de tener un ginecólogo hombre). Tenía que hacerme el Papanicolaou y la colposcopia anuales. Pero también llevaba varios días con lo que yo creía que era una molesta infección vaginal que no cedía con los clásicos medicamentos de venta libre en las farmacias.

En la revisión en su consultorio, la ginecóloga encontró que no se veían indicadores de una infección grave, sino más bien de irritación. Me mostró en vivo y a todo color (con una cámara y una pantalla) algunos de los efectos de ese síndrome del que hablábamos: además de la resequedad, se veían algunas “heridas” al interior de mi vagina.

“Con el síndrome urogenital la calidad de vida de las mujeres baja porque todo el tiempo se sienten rozadas, les molesta la ropa, tienen comezón. Y esa atrofia o resequedad vaginal genera laceraciones, que son la vía de entrada para enfermedades vaginales y urinarias. Porque también la uretra (por donde orinamos) está cubierta por la misma mucosa que la vagina. A largo plazo es un factor de riesgo para tener infecciones vaginales y urinarias de repetición”, comentó la doctora Brito.

Y eso no mejora ni se cura por sí solo o usando simples lubricantes vaginales. Al contrario, los síntomas tienden a agudizarse, porque conforme pasa el tiempo cada vez tenemos menos estrógenos.

Pero lo que más me sorprendió fue la solución: crema vaginal con estrógenos. No es un lubricante como el que se usa para las relaciones sexuales. Es un medicamento. Pero también mi nueva ginecóloga me aclaró que no corresponde a lo que es una terapia de reemplazo hormonal:

“En la terapia de estrógenos vía vaginal, la cantidad que se absorbe en el cuerpo es muy baja. Por eso se puede usar durante mucho tiempo. No como la terapia de reemplazo hormonal que la destinamos por 5 años máximo o hasta que las mujeres cumplen 60, por el tipo de complicaciones que pudieran llegar a tener. Los estrógenos vaginales no mejoran nada los otros síntomas de la menopausia, como bochornos, mal humor o dolor articular. Como casi no se absorben en el cuerpo, están destinados sólo para el síndrome urogenital”.

Ah, pero además existe una opción terapéutica no hormonal, con cremas que pueden contener glicina, ácido hialurónico o elastina, pero sin estrógenos.

Yo sí estoy usando la crema con estrógenos y me está funcionando. Siento que ha disminuido significativamente la resequedad vaginal y apenas estoy comenzando con la terapia. Ya veremos a mediano y largo plazos.

Entonces, de nuevo, no nos resignemos a sufrir los síntomas que trae consigo el climaterio y la menopausia. Busquemos a los especialistas.

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