Las personas dedicamos en promedio la tercera parte de nuestras vidas en dormir por lo que no cabe ninguna duda de la importancia de lo que sucede en nuestra mente durante ese tiempo. Los sueños son en la actualidad y desde hace cientos de años el oráculo al que los individuos en la antigüedad recurrían en busca de consejo y de predicciones. Los sueños tienen su propia dimensión, su propia finalidad y su propia moral pero es importante señalar que estas características en nada se parecen a las del mundo del estar despierto y por eso no se pueden analizar ni comparar desde esa perspectiva.

[media-credit name=»Subbotina» align=»aligncenter» width=»562″][/media-credit]Los sueños nos presentan la realidad interna tal y como es sin engaños, trampas o malos entendidos.

Los personajes, los paisajes, los colores, el ambiente, la decoración, el mobiliario y en general todo lo que aparece en un sueño es parte de la personalidad del soñante y por esa razón el sueño tiene un significado diferente para cada soñante, no se puede generalizar.

En los sueños se pueden vivir cosas que son imposibles en la vida de vigilia; volamos, nadamos en medio del mar, nos sumergimos y podemos respirar bajo el agua, conocemos a seres fantásticos, etcétera, pero también podemos querer alejarnos de algún sitio rápidamente y las piernas no se mueven o queremos hablar o gritar y no sale ni un pequeño sonido de nuestra boca.

Es posible estar en lo más alto de una montaña y también podemos viajar debajo de la tierra y llegar, quizás, hasta el centro de ella.

Hay hadas, monstruos, animales, construcciones increíbles y personajes fantásticos pero como ya señalé, todo eso simboliza algún aspecto de la personalidad del soñante.

Los sueños son un mensaje que viene de la parte más profunda de la mente de la persona y una de sus funciones, tal vez la principal, es comunicarle al soñante algo que no sabe o de lo que ni siquiera se ha dado cuenta y que resulta muy necesario para su toma de consciencia, desarrollo y crecimiento.

Hay sueños repetitivos que por tal razón tienen gran importancia pues si no trabajamos con sus imágenes (mejor pedir ayuda de un experto) la intensidad irá en aumento y si a pesar de ello ignoramos el mensaje, puede ocurrir algo en el mundo externo que simbolice y obligue al soñante a tomar cartas en el asunto.

Otro caso es cuando soñamos con alguna persona a la que no hemos visto por mucho tiempo, entonces, lo que corresponde sería preguntarnos ¿cuál es la característica más importante de dicha persona? Entonces hay al menos dos opciones:

1. La primera es que esa característica no se haya desarrollado en nosotros o la hayamos dejado de utilizar.
2. La otra opción es que tal vez la estamos utilizando demasiado y no nos estemos dando cuenta.

Los sueños tienen varias partes:

1. La apertura. Esto es que las primeras líneas nos indican el tema principal del sueño.
2. La trama. Esto es lo que sucede con y entre los personajes en el sueño.
3. La lysis. Esto es cuando en el sueño sucede algo que cambia la trama y quienes apuntan sus sueños lo indican con un: entonces; de pronto; enseguida y otras expresiones.
4. La resolución. Esto es un final de la trama aunque no necesariamente se presente una solución a la situación del sueño.

Por otro lado pero igual de importante señalarlo es el hecho de que los sueños vienen en series, y quien les presta atención podrá ver con bastante claridad cómo su mente va evolucionando.

Hay libros en los que se ofrecen significados o explicaciones de soñar con tal o cual objeto pero como ya señalé, poco favor le hacen a la riqueza de los mensajes que nuestro inconsciente quiere enviarnos.

Si quieres conocer el mensaje de tus sueños, te sugiero encarecidamente que busques a una persona con experiencia para que en verdad extraigan toda la información que contienen.

¡¡¡Felices sueños!!!