Sancionarán el maltrato y la violencia contra las personas adultas mayores, los actos abusivos de poder u omisión intencional, dirigidos a dominar, someter o agredir de manera física, verbal, psicológica o económica dentro o fuera del domicilio familiar, por personas que tengan o hayan tenido o no relación de parentesco.
La Cámara de Diputados el pasado 2 de octubre de 2014 aprobó reformas a la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores para garantizar a este segmento de la población una vida libre de maltrato y violencia e institucionalizar las disposiciones legales de protección necesarias para hacer realidad el goce y disfrute de sus derechos fundamentales.
Las reformas, aprobadas por unanimidad con 375 votos y remitidas al Senado de la República para sus efectos constitucionales, modifica la denominación del Título Sexto y adiciona un Capítulo III, “De la Protección contra el Maltrato”, así como un artículo 51, para establecer que las personas adultas mayores serán protegidas contra actos u omisiones que puedan afectar sus derechos y su salud física o mental.
Asimismo, la Federación, los estados y el gobierno del Distrito Federal sancionarán el maltrato y la violencia contra las personas adultas mayores, los actos abusivos de poder u omisión intencional, dirigidos a dominar, someter o agredir de manera física, verbal, psicológica o económica dentro o fuera del domicilio familiar, por personas que tengan o hayan tenido o no relación de parentesco.
Al fundamentar el dictamen, la diputada Elvia María Pérez Escalante, secretaria de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables, refirió que de acuerdo con el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) en los últimos años han aumentado los casos de violencia psicológica hacia los grupos vulnerables, entre estos los adultos mayores.
Los agresores, agregó, son principalmente los hijos, nietos, yernos o nueras, sobrinos y vecinos y otras personas de su entorno social, haciendo de las personas adultas mayores sujetos pasivos del abuso físico, emocional, sexual, financiero y por abandono.
Por ello, dijo, la reforma responde al grave problema que representa el maltrato hacia las personas adultas mayores, por lo que se busca garantizar la protección de este segmento de la población, con la intervención de la Federación, los estados y municipios, en sus respectivos ámbitos de competencia.
En su turno, el diputado José Angelino Caamal Mena refirió que según la Organización Mundial de la Salud entre el 4 y 6% de las personas mayores han sufrido alguna forma de abuso y maltrato, ya sea físico, económico o emocional. En tanto, una encuesta de El Colegio de México en 2009 señala que en el Distrito Federal el maltrato es por parte de los hijos, con un 36%.
Por ello, resulta fundamental, indicó, la participación de la Federación, los estados, el gobierno del Distrito Federal, los municipios para imponer medidas y sanciones que prevengan el maltrato y violencia contra las personas adultas mayores.
El diputado Héctor Hugo Roblero Gordillo consideró que el endurecimiento de sanciones para quienes trastoquen los derechos de los adultos mayores “no bastan, si el Estado no tiene la capacidad de destinar políticas públicas que promuevan el respeto, la sana convivencia, la comprensión y la estimación hacia ellos”.
Aclaró que “sin importar que a nuestro criterio aún falta mucho por hacer, nos parece una alternativa viable para inhibir el maltrato a los adultos mayores. Esperamos contar en un futuro con mejores propuestas que verdaderamente enriquezcan esta ley y otorguen beneficios tangibles a estas personas”.
En tanto, el diputado Rodrigo Chávez Contreras dijo que de acuerdo con el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores, este sector constituye el cuarto grupo de la población vulnerable a la discriminación. Además, en nuestro país se estima que entre el 8.1 y 18.6% de esta población, es víctima de violencia o maltrato.
Sin embargo, dijo, los datos estadísticos están alejados de la realidad ya que la mayoría de los adultos mayores no lo denuncian porque no lo aceptan, tienen temor a las represalias y no quieren que su familiar o cuidador vaya a la cárcel. Por ello, consideró que se requiere fortalecer las leyes e implementar políticas públicas integradas para hacerle frente a esta problemática y “aún y con la aprobación de este dictamen, falta mucho por hacer”.
La diputada Josefina Salinas Pérez señaló que parece una reforma menor, pero en realidad es un paso importante en el largo camino por el reconocimiento de los derechos humanos de las personas adultas mayores. “Es un grano de arena en la armonización jurídica que debe realizarse en la materia”.
Precisó que su grupo parlamentario votaría a favor este dictamen, “no sin antes recordar que no se puede soslayar la importancia de haber reducido la edad para recibir la pensión de adultos mayores de 70 a 65, de las personas que presuntamente reciben la fabulosa cantidad de mil 160 pesos cada dos meses, esto es equivalente a 19 pesos con 33 centavos al día”.
La diputada Raquel Jiménez Cerrillo comentó que uno de cada tres personas adultas mayores sufren algún tipo de violencia y con mayor frecuencia son las mujeres; 75% del maltrato es al interior de sus propias familias. “Y no es raro ver justamente casos en los que están siendo despojados de sus bienes por sus propios hijos”.
Destacó la importancia de impulsar campañas de prevención para que se denuncie este tipo de problemática y se respete. Por ello, se pronunció a favor de esta reforma, con la intención de que la ley proteja a este sector de la población en contra del maltrato que sufren en las instituciones y, particularmente, al interior de las familias.
La diputada Javier López Zavala destacó que los adultos mayores contribuyen al desarrollo de la sociedad, siendo su tasa la participación en la economía del 33.8%. Sin embargo, tres de cada cuatro trabajan en la informalidad y la mitad apenas recibe dos salarios mínimos, mientras que otro 16% no recibe ingresos.
Por ello, dijo, “debemos garantizar el pleno goce de todos sus derechos, por lo que se debe fomentar una cultura de respeto y cuidado a quienes durante muchos años ya han trabajado y han dado su vida y su experiencia para nosotros, las nuevas generaciones”.
Durante la discusión, el diputado Ricardo Monreal Ávila se pronunció a favor de la reforma y aclaró que “no podemos de ninguna manera contrariar, contravenir u oponerse a un elemental derecho de los adultos mayores”.
