Para ayudarnos en el proceso de dejar el pañal y que el bebé tenga éxito en este reto, es muy importante saber que la actitud de mamá y papá o quien esté involucrado en este proceso es fundamental; una conducta positiva ayudará mucho a que hijas e hijos se sientan más seguros y confiados para lograr el objetivo.
Lo más importante es estar abierto a que no todo será perfecto ni saldrá como dicen todos los manuales, saber esto ayudará a bajar el estrés y ansiedad alrededor del tema. Hay que recordar que no hay una técnica perfecta y cada bebé es diferente.De acuerdo con la UNICEF, algunos pequeños aprenden enseguida y a otros les lleva más tiempo, por eso hay que ser pacientes y adaptarse al ritmo del pequeño. Aun así, una vez que se tenga planeado dar este gran paso, la recomendación es no dar marcha atrás y no regresar al pañal.
Es cierto que el proceso de control de esfínteres es complejo y requiere de un proceso de madurez biológico, socioemocional y cognitivo por parte del bebé. Generalmente esto sucede en un periodo entre los 18 y 40 meses de edad, lo que quiere decir que los pequeños tienen un periodo de tiempo amplio para lograr dejar el pañal.
La psicóloga Andrea Díaz, nos compartió algunos signos que te podrán ayudar a identificar si tu pequeño ya está listo para iniciar el proceso de dejar el pañal:
- Tiene control motor, es decir, logra caminar y correr perfectamente, logra saltar con los 2 pies.
- Comprende el lenguaje y sigue instrucciones sencillas, por ejemplo “lávate las manos”.
- Dice palabras relacionadas con el baño como “pipí y popó”.
- Avisa cuando su pañal esta sucio o mojado (en ocasiones o siempre).
- Muestra interés en el baño, quiere acompañarte cuando tú vas o jalarle a la palanca.
- Puede pasar entre hora y media y 2 horas seco.
- Sube y baja sus pantalones (ya desabrochados).
- Muestra deseo de ser independiente y querer hacer sus cosas solo.
- Avisa: Enseñar al pequeño a avisar para evitar accidentes y reducir el estrés mamá-bebé.
- Abajo y sentados: Practicar con el pequeño a bajar los calzones entrenadores como si fueran ropa interior.
- Arriba y a jugar: Cuando termine, suban y sigan jugando.
Poco a poco se notarán los progresos del pequeño por lo que hay que recordar motivarlo dándole un abrazo, beso o un “chócalas” para festejar sus logros[.]