El acné es la enfermedad más común de la piel que afecta a más del 80% de los adolescentes. Inicia en la pubertad, a los once en promedio, alcanza un pico entre los 15 a 18 años, pero puede persistir hasta los 25 años en 3 a 12% y hasta los 40 años o más en un 1 a 5% de los casos. Esta enfermedad se reconoce a simple vista por los granos, espinillas o puntos negros que salen en la piel.
El Dermatólogo José Ángel Martínez Muñoz comenta, “No se conoce con exactitud la causa de la enfermedad, aunque por lo regular se trata de cambios hormonales; esto ocurre sobre todo durante la adolescencia, pero también se observa en el embarazo, la menstruación y la menopausia. Otros factores que influyen en el desarrollo del acné son los genéticos, el estrés y la sudoración excesiva”.Padecer acné puede ser frustrante, ya que cuando se curan algunas lesiones aparecen otras nuevas, por lo que el paciente puede pensar que nunca se eliminará definitivamente, no obstante sí es posible prevenirlo o controlarlo, mediante limpieza regular y tratamientos.
Las inflamaciones o granos característicos del acné surgen como consecuencia de la obstrucción de los folículos de los poros de la piel. Debido a esto, se produce una acumulación de células de piel muerta y sebo que producen las glándulas sebáceas que se encuentran bajo la piel. La suma de los poros obstruidos y las bacterias que se encuentran en la zona afectada, producen el enrojecimiento e hinchazón que luego se transforma en granos o puntos negros.
Existen diferentes formas de acné; leve, moderado o severo, que se deben tratar de forma individualizada, tomando en cuenta el tipo de piel, las actividades físicas, los antecedentes de enfermedades cutáneas, el estado de salud, entre otros factores; si no se trata adecuadamente se corre el riesgo de que deje marcas o cicatrices en la piel.
Recomendaciones
El Dermatólogo y Dermatopatólogo Dr. Ángel Martínez recomienda:
- Para prevenir la aparición de granos o espinillas en el rostro es necesario el aseo diario como un hábito personal desde la adolescencia; también se debe usar un tratamiento efectivo.
- No se debe de exprimir o pellizcar los barros y/o espinillas. Esto puede empeorar el acné al ocasionar más inflamación y ocasionar que la marca o mancha permanezca más tiempo en la piel. Con el tratamiento apropiado, el acné debe salir sin exprimir.
- No aplicar remedios caseros ni mascarillas.
- Lavarse la cara dos veces al día. Hay que tener cuidado en el lavado vigoroso con toallas ásperas, ya que puede irritar más la piel y hacer que el acné empeore.
- Si usas cosméticos, los más recomendables son los no grasos, que tengan consistencia ligera o aquellos que tengan la leyenda «no comedogénicos» (que no obstruyen los poros de la piel).
- El control del acné requiere tiempo, constancia y disciplina.
- Acudir de forma puntual con el Dermatólogo, para un mejor control y remisión del acné. Los medicamentos prescritos se deben aplicar en la forma y el horario que indique el especialista.
- Alimentación a base de una dieta balanceada, de acuerdo a las necesidades de cada persona; aunque no existen evidencias de modificaciones dietéticas que modifiquen la severidad del acné.
“Las personas con acné, no deben de desesperarse ya que pasado un tiempo, en la mayoría de los casos disminuye y termina desapareciendo. Existen tratamientos integrales con máxima efectividad como es la línea Dermage, conformada por productos Farmacéuticos y Cosmecéuticos para la limpieza, hidratación, tratamiento, restauración y protección que actúan sinérgicamente aliviando rápida y eficazmente las lesiones del acné leve, moderado o severo”, concluyó el Dr. Ángel Martínez.