Hablemos de la leche, una aliada durante la menopausia

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Queridas Plenilunias, les cuento que en México estamos consumiendo poquísimo de leche. Apenas llegamos a 30.5 litros por persona al año, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que lo ideal son 90 litros. ¡Es un tercio de lo que deberíamos! Y si hay un momento en la vida donde la leche se vuelve nuestra aliada, es en la menopausia, cuando las hormonas bajan y, si no tenemos cuidado, nuestros huesos pueden perder calcio a lo loco. Aquí es donde Grupo Lala, la marca de lácteos que todas conocemos, está poniendo el acelerador, pero, ojo, no sin retos, porque convencer a las mexicanas de volver a tomar leche no es tarea fácil.

Imagínense: un solo vaso de leche nos da el 30% del calcio que necesitamos al día, y eso es súper importante cuando entramos en la menopausia. En esta etapa, los estrógenos se despiden y nuestros huesos pueden perder hasta un 20% de su densidad en unos pocos años. O sea, el riesgo de osteoporosis está ¡a la vuelta de la esquina!

El problema, y yo lo he vivido en carne propia, es que muchas quedamos atrapadas con la idea de que la leche es un “veneno blanco” porque inflama. El punto es para quienes somos intolerantes a la lactosa. Pero hoy existen opciones sin lactosa que nos permite consumir lácteos sin consecuencia para nuestra digestión. Hay que decir que en esa narrativa del supuesto daño de la leche han colaborado los propios médicos, donde también tienen información incompleta, porque la leche es uno de los alimentos con mayor valor nutricional para cada etapa de la vida; es de los mayores aportantes de calcio y proteína.

Ahí es donde está el reto para la industria proveedora de productos lácteos que ya está enfocada en eso. Lala, que lleva 75 años siendo la reina de leches y cremas en México, está empeñada en cambiar esa idea sobre el supuesto daño de la leche, y está echando toda la carne al asador para que revaloremos a la leche como se merece.

Con sus productos en el 97% de los hogares mexicanos y en medio millón de tienditas, changarros y supermercados, Lala es el mayor protagonista del mercado. Con su ejército de ventas integrado por 19,000 personas cubren todos los rincones del país logrando  expandirse un 8% en el primer trimestre de 2025, más que el 5% del año pasado. En general así avanza este mercado, lo que significa que poco a poco estamos volviendo a tomar más lácteos. Pero el reto es grande. En el caso de mujeres como nosotras que estamos en la menopausia, a veces no sabemos lo mucho que necesitamos el calcio en esta etapa; debemos estar ciertas de que tomar un vasito de leche o un yogur puede hacer una diferencia enorme para nuestros huesos.

Es una ventaja que en México exista una industria fuerte en este segmento y productores ganadores locales que la abastezcan. Lala en particular tiene un montón de opciones para nosotras. Por ejemplo, su leche Lala 100, que es sin lactosa y lidera las leches funcionales, es perfecta si la lactosa te cae pesada. También tienen leches fortificadas con calcio y vitamina D, que ayudan a que el calcio se aproveche mejor. Y si eres de las que lleva la vida a mil, sus yogures o leches Yomi (que no tienen sellos de advertencia) son ideales para llevar a la oficina o donde vayamos. Hay quienes prefieren las bebidas vegetales, que están de moda, y no dejan de ser una opción. Lala ya está entrando a ese juego con sus propias versiones, pero su fuerte sigue siendo la leche de vaca.

El plan de Lala es claro: quieren que la leche esté en todos lados, no solo en casa. Piensa en un yogur para la pausa del café o una leche que te puedas llevar al gym. Están usando marketing súper enfocado, tecnología para conocernos mejor y hasta quieren crecer más en Estados Unidos, donde las latinas adoran la marca. También trabajan codo a codo con los ganaderos mexicanos para que todo sea de calidad. Pero el reto no es solo sacar productos nuevos; es quitarnos de la cabeza esos mitos y hacer que la leche sea accesible para todas, porque no todas tenemos el mismo presupuesto. Ese es uno de los desafíos ver cómo lograr que la leche quepa para todos los bolsillos.

La menopausia no es solo sofocos y cambios de humor; es un momento para cuidar nuestros huesos como nunca. Necesitamos estar conscientes y subirnos a ese barco, que platiquemos con nuestras doctoras o nutriólogas y que le demos una oportunidad a la leche. Porque, amigas, nuestros huesos nos lo van a agradecer.

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