Ciclo menstrual y descanso: por qué cambia la calidad del sueño y cómo mejorarlo

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Sentirse más cansada, somnolienta o con noches inquietas durante la menstruación no es una coincidencia. Existen razones biológicas claras detrás de estos cambios.

A lo largo del ciclo menstrual, los niveles de estrógeno y progesterona fluctúan constantemente. Estas hormonas no solo regulan la ovulación y el sangrado; también influyen en los ritmos del sueño, la temperatura corporal y la energía diaria.

Fluctuaciones hormonales, cansancio y noches interrumpidas: entender cómo el ciclo menstrual influye en el descanso también es parte del bienestar.

En los días previos y durante la menstruación, la caída de estas hormonas puede provocar somnolencia, dificultad para concentrarse y una sensación general de agotamiento.

Además, la pérdida de hierro asociada al sangrado puede disminuir la capacidad del cuerpo para transportar oxígeno, lo que incrementa la fatiga. A esto se suman molestias como cólicos, hinchazón o tensiones emocionales que impactan directamente la calidad del descanso.

Los cambios hormonales durante el ciclo menstrual pueden alterar la energía, el descanso y la calidad del sueño.

“Muchas mujeres notan que su descanso cambia durante la menstruación, y no es casualidad. Las hormonas que regulan el ciclo también influyen en el sueño, la energía y la forma en que el cuerpo se recupera. Entender esta conexión ayuda a dejar de exigirnos lo mismo cada día y a ajustar nuestros hábitos para dormir mejor en cada etapa del mes”, explica Verónica Velázquez Zazueta, asesora de sueño.

Pero también influye un componente sociocultural. Desde edades tempranas, muchas mujeres desarrollan prácticas para sentirse más seguras durante el sangrado, como dormir en una sola posición o usar varias capas de protección para evitar accidentes nocturnos. Aunque surgen del deseo de sentirse tranquilas, estos hábitos pueden limitar la movilidad y afectar la calidad del sueño.

Un estudio realizado con mujeres universitarias en México reveló que el 43.7 % duerme menos de ocho horas por noche y el 63 % se despierta al menos una vez durante la noche (Horizonte Sanitario, 2021, Universidad de Guanajuato). Aunque no todas estas interrupciones están relacionadas con el ciclo menstrual, el dato muestra lo común que es el sueño fragmentado en mujeres jóvenes.

Hábitos sencillos como ajustar la rutina nocturna y crear un ambiente relajante pueden mejorar el sueño en los días de menstruación.

¿Cómo mejorar el sueño durante el ciclo menstrual?

Dormir bien no significa solo acumular horas, sino lograr un sueño profundo y reparador. Ajustar hábitos y escuchar las señales del cuerpo puede hacer una gran diferencia. Estas recomendaciones pueden ayudarte:

  • Crear un entorno tranquilo, con luz tenue y temperatura agradable.
  • Evitar pantallas al menos 30 minutos antes de dormir.
  • Optar por cenas ligeras y limitar la cafeína, sobre todo por la tarde.
  • Priorizar una alimentación rica en hierro, magnesio y vitaminas del grupo B.
  • Realizar actividad física moderada, como estiramientos, yoga o caminatas.
  • Practicar técnicas de relajación como respiración profunda o meditación.

Dormir sin interrupciones también es bienestar

Reconocer cómo influyen las hormonas, las emociones y los hábitos cotidianos en el descanso es un paso importante para mejorar la calidad del sueño. Ajustar rutinas, aliviar molestias y crear un entorno adecuado para dormir puede ayudar a atravesar cada fase del ciclo menstrual con mayor bienestar, libertad y confianza.

Con información de Saba.