La mujer que decide optar por este método definitivo está en todo su derecho. En ocasiones puede tornarse un proceso difícil el tomar la decisión. Esta cirugía puede realizarse después de un parto o posterior a un aborto o cesárea.La salpingoclasia es un método permanente que consiste en la ligadura y corte de las trompas de falopio con la finalidad de poner una barrera mecánica que evite la unión del óvulo con el espermatozoide. La eficacia que tiene este método es casi del 100% aunque puede variar de acuerdo a la técnica utilizada y a la edad de la paciente.Mary Carmen Sandoval, publicista, de 40 años de edad y con 3 hijos optó por este método y nos platica su experiencia.
“Mi esposo y yo decidimos que me haría la salpingoclasia porque ya tenía dos niños más, y con la nena que llegó hace poco se cerraba la fábrica. Antes de que naciera mi nena, me informé con el doctor y le pregunté sobre las ventajas y desventajas. Él me recomendó mucho este procedimiento y pues mi pareja y yo quedamos en que este método era el mejor para no tener más hijos”, dice Mary Carmen.Y comparte a las lectoras de Plenilunia que planificar la familia es algo muy importante pero que es todavía más cuidarte. Si tú estás bien todos a tu alrededor lo estarán. Asegura que tuvo cuidados normales como los tiene cualquier mujer al tener a su hijo por cesárea.
“No sentí nada, la verdad es que solo sentía un picor extraño a diferencia de mis otras cesáreas. La recuperación fue rápida como cualquier operación, solo tuve medidas precautorias que me recomendó el doctor, como: llevar una dieta saludable, no cargar cosas pesadas, lavar bien la herida y cuidarla mucho para que no se infectara. Pero en realidad fue lo normal” comenta Mary Carmen.
El Dr. Armando García, ginecólogo en el Instituto de la Mujer de Hidalgo asegura que como toda cirugía puede provocar molestias y dolor en los primeros días y en algunas mujeres se presentan ciertas complicaciones, pero la desventaja más clara en este método es que algunas veces, al pasar el tiempo, la mujer decide que quiere tener otro bebé y ya no puede hacerlo. Por ello es muy importante que sea ella, sin presiones, la que tome la decisión consciente de que no hay marcha atrás.
Mary Carmen comparte que en cuestiones emocionales sí le provoco temor, “sí fue un tanto confuso, ya que me sentía rara. Tenía miedo de que ya no fuera una mujer normal como las demás, me preguntaba si mi cuerpo iba a funcionar igual que siempre. Fue un poco complicado, pero solo por un tiempo. Por eso investigué y el doctor me explicó que me iban a cortar un pedacito de mis trompas de falopio y me iban a suturar; me dijo que no pasaba nada, y que era algo muy normal y sencillo, solo que después tenía que cuidarme un poco más”.
Platícalo con tu pareja para que puedas considerarlo y para que planifiques tu vida de la mejor manera.